La escudería McLaren ha vuelto vivió una pesadilla, esta vez como consecuencia de un problema eléctrico, ya que el piloto belga Stoffel Vandoorne solo dio cuatro vueltas al Circuito de Barcelona, Catalunya, en la primera de las cuatro últimas jornadas de entrenamiento antes de que comience el mundial de Fórmula 1.
A la espera de que vuelva a rodar en la sesión de la tarde, el coche que había aparecido con más orificios de refrigeración en la tapa del motor para evitar sobrecalentamiento, se paró dos veces antes de entrar definitivamente en el garaje, donde permaneció casi toda la mañana.
Según ha informado la propia McLaren cuando el coche ya llevaba una hora larga en el garaje, el monoplaza sufrió “un apagón con pérdida de datos. Estamos investigando”.
Además, McLaren precisó que los dos apagones han ocurrido por el mismo motivo. Se ha sabido que le han cambiado las baterías al bólido antes del mediodía. En dos ocasiones, los mecánicos de McLaren han tenido que empujar el coche hasta llevarlo al garaje, siendo el segundo rescate el que ha llevado a la escudería a investigar profundamente el problema que les está impidiendo completar mínimamente una matinal excelente en Montmeló, donde los equipos están aprovechando un día de sol radiante para recuperar el terreno perdido la semana pasada, en la que el frío, la lluvia y la nieve cobraron todo el protagonismo.
La primera detención de Vandoorne se produjo justo después de la vuelta de instalación, cuando el coche estaba ya en el “pitlane”, mientras la segunda parada, cuando ya había dado cuatro vueltas con un mejor tiempo de 1:24.773, fue en la pista, en el primer tramo de la recta de tribuna, lo que motivó una bandera roja.