Con solo dos partidos para terminar la temporada regular, Los Angeles Lakers, sin Anthony Davis y con LeBron James mermado, perdieron este martes por 120-134 un duelo crucial contra los Golden State Warriors. Sus contrincantes estuvieron descomunales en el triple con un 26 de 41 y que ahora amenazan el noveno puesto del Oeste de los angelinos.
Los Lakers de James tienen un balance de 45-35 y son novenos en esa conferencia por delante de los Warriors. Estos últimos cuentan con un registro de 44-35 y además le ganaron el desempate a los de púrpura y oro tras el triunfo de esta noche (3-1).
Los de LeBron tienen dos partidos por delante antes de bajar el telón de la fase regular: el viernes en Memphis contra los Grizzlies; y el domingo un explosivo cara a cara en Nueva Orleans ante unos Pelicans también metidos en la pelea del Oeste (ahora son sextos con 47-32).
Por su parte, los Warriors, lanzados con ocho triunfos en sus últimos nueve encuentros, tienen todavía tres partidos por jugar: el jueves contra los Portland Trail Blazers, el viernes frente a los Pelicans y un cierre el domingo ante los Utah Jazz.
Los de Steve Kerr dependen por tanto de sí mismos frente a los Lakers para ser novenos: si ellos se llevan los tres partidos que les faltan y los de Los Ángeles ganan los dos que les quedan, ambos tendrían un balance de 47-35 pero el desempate favorecería a los de San Francisco.
Además, los Warriors también tienen a tiro el octavo puesto en poder de los Sacramento Kings (45-34). Más lejos, pero también metidos en este enorme lío del ‘play-in’ del Oeste, aparecen los Phoenix Suns (46-33, séptimos).
Cabe recordar que existe una enorme diferencia entre las posiciones finales del play-in. Por ejemplo, el séptimo juega contra el octavo en su cancha y, en caso de perder, todavía le queda una bala también en casa frente al vencedor del noveno-décimo.
Pensando en el caso de los Lakers de James, caer a la décima posición les obligaría a jugar y ganar a domicilio dos partidos seguidos. En este sentido, conservar el noveno puesto les permitiría al menos disputar el primer enfrentamiento en su pista.
La suerte de los Lakers
La mala suerte se ha cruzado asimismo en el camino de los Lakers, que este martes no pudieron contar con un Davis que sufrió dolores de cabeza. Además, LeBron James, todavía recuperándose de una gripe, fue duda hasta pocos minutos antes del salto inicial.
Klay Thompson (27 puntos con 5 de 10 en triples) y Stephen Curry (26 puntos, con un perfecto 6 de 6 desde el perímetro, además de 7 rebotes y 8 asistencias) encabezaron una exhibición de francotiradores. También destacó Draymond Green (15 puntos, con 5 de 7 en triples, y 6 rebotes y 10 asistencias).
Estos letales Warriors se quedaron a un solo triple de igualar con 27 su mejor marca histórica en un partido. El récord absoluto de la NBA pertenece a los Milwaukee Bucks con 29 aciertos de tres en 2020.
No solo en ataque deslumbró Golden State ya que en defensa también se lució con 12 tapones en total. Tanto el español Usman Garuba como el dominicano Lester Quiñones jugaron un par de minutos cuando el encuentro ya estaba decidido.
Por los Lakers, LeBron James lo intentó de todas las formas posibles y terminó con 33 puntos (14 de 22), 7 rebotes y 11 asistencias. King James contó con la ayuda de Austin Reaves (22 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias) y Rui Hachimura (20 puntos y 11 rebotes).
Triples y defensa
En la primera parte hubo dos protagonistas: la gran defensa de los Warriors, que dejó a los Lakers en 40% en tiros de campo. También hubo un Green sensacional con un 5 de 5 en triples.
Golden State firmó una primera mitad muy completa, ya que también su ofensiva funcionó a pleno rendimiento (impresionante 15 de 22 en triples). El equipo se fue al descanso con el encuentro bajo control (60-71).
Los Lakers tiraron de orgullo en el tercer periodo y llegaron a colocarse a solo 5 puntos, pero una tónica de la noche fue que, en los minutos de descanso de LeBron, los Warriors aprovecharon para distanciarse en el marcador.
Así, los visitantes dieron forma a un parcial de 0-10 para cerrar el penúltimo periodo y llegar al desenlace con un margen importante (89-106).
No se dieron por vencidos los angelinos, que respondieron al golpe con un parcial de 9-0 de salida en el último cuarto.
Pero los Warriors no se pusieron nerviosos, siguieron apretando en defensa y triturando a sus rivales desde el exterior. Cerraron con un triunfo brillante e importantísimo.