La estrella de Lakers de Los Ángeles Lebron James tuvo que desalojar este lunes su casa en esta ciudad ante la amenaza de los incendios forestales que asolan estos días California y que han obligado a abandonar sus viviendas a cerca de 180.000 personas.
James informó en su cuenta de Twitter que tuvo que “evacuar de emergencia” su casa esta madrugada junto a su familia y que los incendios de Los Ángeles “no son ninguna broma”.
A James costó encontrar un lugar donde pasar la noche
En una noche que calificó de “loca”, al tres veces campeón de la NBA le costó encontrar un lugar donde pasar la noche y recorrió buena parte de la ciudad en busca de habitaciones donde alojarse.
“Rezo por todas las familias del área que han podido verse afectadas por estos incendios. Por favor, póngase a salvo lo antes posible”, dijo el deportista.
James tuvo palabras de agradecimiento para los bomberos que combaten las llamas en la zona, donde este lunes la Policía local emitió una evacuación obligatoria debido al fuego que avanza con rapidez en las cercanías del Getty Center.
En la zona se ven afectas más de 10.000 estructuras
El fuego, denominado Getty por la cercanía del famoso museo angelino, es “muy dinámico” debido al impulso que le dan los “fuertes vientos” reinantes en la zona, indicó este lunes el Departamento de Bomberos de Los Ángeles.
Solo en esta zona, la evacuación obligatoria afecta a más de 10.000 estructuras (tanto residenciales como comerciales) y las llamas han obligado a cerrar una carretera local.
El jugador de los Lakers gastó 23 millones de dólares al comprar hace dos años una mansión en el barrio de Brentwood, situado en la zona cercana a las evacuaciones y donde ya poseía otra propiedad.
Este susto le llegó horas después de que los Lakers ganasen en casa por 120-101 a los Hornets de Charlotte, gracias en parte a la buena actuación del alero, quien estuvo cerca del triple-doble al lograr 20 puntos, 12 asistencias y 6 rebotes.
Este incendio se suma a la ola de fuegos forestales que asolan el estado en los últimos días debido a la sequedad del terreno y los fuertes vientos, lo que llevó al gobernador, Gavin Newson, a decretar el estado de emergencia.
Lo peor se vive en el norte de California, donde miles de viviendas corren peligro de ser destruidas por las llamas, varios hospitales fueron evacuados y escuelas y carreteras fueron cerrados.
La baja humedad y los fuertes vientos, con rachas que podrían superar en las próximas horas los 100 kilómetros por hora, obligaron además a decretar la “bandera roja” en las zonas más septentrional y meridional del estado hasta el martes por la tarde.
La compañía eléctrica Pacific Gas & Electric (PG&E) decidió cortar el servicio a casi dos millones de sus clientes en el norte de California por el temor de que los cables derrumbados o fallas en el equipo eléctrico causaran más focos de fuego.