Miguel Cabrera se siente liberado en estos entrenamientos primaverales. Al menos es eso lo que se desprende de sus respuestas al ser interrogado sobre su estado. Y sus batazos lo reafirman. Este viernes estaba a solo un jonrón del liderato de ese departamento en los juegos de exhibición, tras dos semanas de acción.
Cabrera fue entrevistado por MLB Network antes de su jornada de dos vuelacercas contra el as Gerrit Cole. “Me siento bien. Grandioso”, saludó. Y no tardó en demostrarlo después con el madero.
“Perdí alrededor de 10, 12 kilogramos”, explicó el toletero aragüeño, que celebró con su par de estacazos el aniversario de Maracay, su ciudad natal, el jueves. “Ahora me levanto bien, sin dolor. Eso es bueno. Cuando te despiertas y tu cuerpo está bien, es lo mejor. Te hace sonreír”.
Cabrera sufrió en 2019 por diversas lesiones, en especial por una dolencia crónica en la rodilla derecha, que le afectó en el plato.
El toletero derecho dejó los peores promedios de su carrera, pero siguió un riguroso plan de acondicionamiento y alimentación para dejar todo eso atrás.
Las metas de Cabrera, sin embargo, no apuntan a los 30 vuelacercas, las 100 empujadas o los .300 de average con el madero. Ni siquiera pone como objetivo llegar pronto a los 500 bambinazos o a los 3.000 hits.
Cabrera y la primera base
“Quiero mantenerme sano, jugar más de 150 juegos, poder regresar a la primera base”, señaló con aparente modestia. “Tuve una conversación con el manager (Ron Gardenhire) y me va a dar chance de jugar allí”.
También tiene una meta colectiva, luego del pésimo rendimiento de sus Tigres de Detroit en la justa pasada.
“Tenemos mucho talento”, aseguró. “Creo que estamos listos para dar el siguiente paso y ganar más juegos. Terminar con eso de que somos un equipo en reconstrucción. Debemos prepararnos, jugar al ciento por ciento, no queremos oír más eso de que somos un equipo muy joven, que por eso perdemos mucho. Queremos ganar más”.
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