Lewis Hamilton y pole position son dos conceptos inseparables en esta accidentada temporada 2020 de la Fórmula Uno: 8 de 10 posibles lleva el inglés este año y 96 en toda su carrera, más que ningún piloto en la historia. Pero la de este sábado en Rusia es una pole agridulce.
«Ha sido una de mis peores clasificaciones, ha sido horrible (…) Es bueno salir de la pole, pero aquí no por el rebufo, lo normal es que me adelanten mañana«, admitió el plusmarquista británico en victorias a una vuelta, un apartado en el que ya dejó atrás hace mucho al alemán Michael Schumacher (68 poles), el mismo al que igualará si logra la victoria mañana, con 91 triunfos.
El de Stevenage tiene varios motivos para la inquietud. El primero es que , el circuito de la ciudad balneario rusa a orillas del mar Negro, no otorga mucha ventaja al poleman: solo Hamilton en 2014 y su excompañero alemán Nico Rosberg en 2016 lograron ser primeros sábado y domingo.
La larga recta inicial del trazado ruso, prolongada por una primera curva muy suave hasta el giro de 90 grados a la derecha de la segunda, facilita a los pilotos que salen por detrás el adelantamiento tomando el rebufo.
La segunda razón de la zozobra de Hamilton está en los neumáticos de su monoplaza: tendrá que salir con ruedas blandas, las que más se desgastan y que le obligarán a pasar antes por garaje, mientras que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), segundo en la parrilla tras una magnífica Q3, saldrá en medios, más resistentes.
Hamilton partirá con esta desventaja debido a que su mejor tiempo en la Q2 fue con neumático blando, ya que su anterior vuelta en la segunda ronda se invalidó por haber rebasado los límites de la pista y el accidente del alemán Sebastian Vettel, que se fue largo en una curva y rompió el alerón delantero de su Ferrari, le obligó a salir a toda prisa en los últimos instantes con el neumático más rápido, el blando, para no quedarse fuera de la Q3.
Por esto, tanto Verstappen como el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), segundo y tercero que saldrán con neumáticos medios, afilarán los cuchillos en la salida de mañana para ganarle la posición al inglés y escaparse aprovechando ruedas más resistentes, con el objetivo de evitar un triunfo histórico de Hamilton.
También estarán prevenidos dos pilotos que destacaron por su rapidez este sábado: el mexicano Sergio Pérez (Racing Point) cuarto y decidido a demostrarle a su equipo lo que se pierde tras haberle descartado para 2021; el australiano Daniel Ricciardo (Renault), que saldrá quinto e incluso el español Carlos Sainz (McLaren), que llegó a estar entre los tres mejores en Q1 y Q2, pero perdió fuelle en Q3.
La clave del sábado en Sochi estuvo en la segunda ronda clasificatoria, en la que la amenaza de lluvia hizo a muchos pilotos ir a por todas en el primer intento, con Sainz sorprendiendo a todos con el mejor tiempo.
El McLaren del piloto madrileño se colocó en la primera posición momentánea debido a un error de Hamilton, al que le quitaron su tiempo, seis décimas mejor que el del español (1:32.085) por superar los límites de la pista en la salida de la última curva, prácticamente al borde de la línea de meta.
La retirada del registro de Hamilton le obligaba a volver a intentar vuelta, pero se encontró con una bandera roja en pista, provocada por Vettel, que había perdido el control de su monoplaza y acabó golpeando el alerón delantero y perdiendo la rueda delantera derecha.
La sesión se detuvo a falta de 2:15, el tiempo imprescindible para hacer una vuelta, y Hamilton estaba virtualmente fuera de los diez primeros lugares. Pero otros muchos más pilotos también necesitaban hacer un tiempo, lo que generó una cola de autos en la calle de talleres preparados para salir en cuanto se abriera.
Hamilton se fue largo en una curva, pero logró llegar a la línea de salida para iniciar su vuelta rápida y consiguió ser el cuarto, salvando los muebles. El que no logró resguardarlos fue el monegasco Charles Leclerc, que quedó eliminado. Ningún Ferrari estará este domingo entre los 10 primeros de la parrilla.
El primer arranque de la Q3 permitió a los Mercedes poner las cosas en su sitio. A los iniciales primeros tiempos de Ricciardo y Sainz se adelantó primero Bottas y luego Hamilton, con un tiempo de 1:31.391 estratosférico, 7,9 décimas mejor que su compañero. Incluso el Red Bull de Verstappen, desaparecido hasta el momento, apareció para ubicarse en el tercer lugar.
No hubo más pelea por la pole. Bottas hizo una horrible última vuelta rápida, que le costó incluso su puesto en la primera línea de la parrilla y Hamilton incluso mejoró su propio tiempo en 87 milésimas.
El que sorprendió fue Max Verstappen, que se había pasado desde el viernes penando por las dificultades de su motor Honda, pero en el momento final se marcó una vuelta genial para ponerse en segundo lugar de la formación de salida, e incluso Pérez estuvo a punto de superar a Bottas, pero se quedó finalmente justo por detrás, cuarto.
Lo que cabía esperar, una pole de Hamilton, llegó por un camino inesperado, el del neumático blando en la Q2, que restará opciones al inglés de subir el peldaño que le falta para alcanzar el trono del Káiser Schumacher. Aunque cualquier incidente o salida del coche de seguridad podría volver a barajar las cartas y acercar al británico a su cita con la historia del automovilismo.