Apóyanos

Richard Blanco, el avioncito surgido de La Guaira

Con una carrera exitosa en el balompié nacional, el delantero de 36 años de edad ha vivido periplos exitosos con el Deportivo Italia y Mineros de Guayana, escuadra donde ha estado durante seis años

Por
    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Hace tres décadas, el viejo pavero de La Guaira (lugar donde se construye el estadio de beisbol para los Tiburones) era simplemente una cancha de tierra, donde el sol incesante reinaba durante gran parte del día. En ese terreno muchos niños dieron sus primeros pasos en el fútbol y comenzaron a enamorarse de una disciplina deportiva que despierta pasiones. Uno de esos tantos jóvenes era Richard Blanco, delantero de Mineros de Guayana y uno de los goleadores más importantes en la historia del balompié nacional.  

Siendo muy joven, comenzó a practicar la disciplina en dos lugares distintos y fue de esa forma hasta que culminó todo su proceso formativo. “Comencé en el viejo pavero y en el Pedagógico de Caracas. En La Guaira entrenaba lunes y miércoles. Mientras que en Caracas martes y jueves. Y los sábados jugaba los partidos en Caracas y los domingos en La Guaira. Todas las categorías menores las jugué así, entre los dos equipos. Después pasé a disputar los campeonatos nacionales”, contó Richard Blanco a El Nacional.

Cuando terminó su periplo por las categorías inferiores, llegó la oportunidad en el profesional. “Mi debut fue con el Deportivo Galicia. Me llevó José Ramón “Mon” López y el director técnico era (Carlos María) Ravel. Creo que fue algo muy bonito. También me sentí impresionado porque pasé de jugar en canchas de tierra a canchas de grama. Además de entrar definitivamente en una estructura profesional. No obstante, la ilusión me permitió sobrepasar eso y continuar mi carrera de buena forma. En esa época viví cosas muy lindas que uno no puede olvidar”, relató Blanco.

Luego de su paso con el cuadro blanquiazul, estuvo dos años en Italia. “En el primer año jugué futbol sala y en el otro fútbol. Fue una vivencia importante que me ayudó mucho a evolucionar como jugador y persona. Tras eso, retorné al país para jugar con el Carabobo”, acotó.

Una trayectoria exitosa. La camiseta de Estrella Roja fue la siguiente que vistió, luego de un año en la institución granate. “El técnico en ese momento era Saúl Maldonado. Ahí pude llegar a la selección nacional cuando estaba Richard Páez. Éramos un grupo joven con jugadores provenientes del Caracas, Italchacao, entre otros. Creo que a pesar de haber quedado último en la campaña 2008/09, siempre tuvimos la ilusión de salvar la categoría para dar el salto a un equipo importante. Así pasó conmigo”, explicó.

Su paso por la escuadra rojinegra no pasó desapercibida y llamó la atención de uno de los conjuntos más importantes del fútbol rentado. “Fui al Deportivo Italia con Eduardo Saragó. Fue una etapa importante, de mucho aprendizaje. Ahí trabajé con Marcelo Geralnik, un preparador físico argentino que me hizo mejorar mucho en la parte atlética y me ayudó mucho a mejorar de cara a los siguientes años. Marqué tantos en Competencias internacionales y que me abrieron la puerta en el exterior”, señaló.

Y de ahí dio el salto al O’Higgins de Chile, donde permaneció un año a préstamo e hizo 10 dianas en todas las competencias “Se dio esa oportunidad de ir allá. Gracias a Dios me fue bien. Hice goles. Incluso, un doblete en Copa Suramericana, siendo un extranjero en dicho país marcando dos goles en un partido. Eso fue un logro muy importante para un venezolano”, apuntó.

“Mantengo contacto con el cuerpo técnico del Eduardo Berrizzo. Es una amistad con un grupo de gente muy noble y que me ayudó mucho a crecer”, añadió.

Una etapa exitosa. Mineros de Guayana se interesó en Blanco y adquirió su ficha. “Regresé con al país con la escuadra negriazul. Estuve en un equipo que se recuerda con cariño que fue el que dirigía Richard Páez. Jugábamos muy bien y pudimos conseguir un título que nos permitió ir a Libertadores. Nos faltó el campeonato absoluto pero dejamos una importante huella”, expresó.

Para el Clausura 2016, Zamora llegó a un acuerdo para su traspaso. Sin embargo, no se efectuó el pago completo y la oncena guayanesa lo pidió de vuelta. Ha sido el único tiempo donde estuvo lejos de Puerto Ordaz en los últimos seis años. “Estoy contento por estar aquí. Mi familia está contenta. Mi hijo Tiago siempre viene y se siente cómodo”, indicó.

En su estadía con Mineros, Blanco ha trabajado con entrenadores como Richard Páez, Carlos Maldonado, Marcos Matthías, Juan Domingo Tolisano, entre otros. “De cada uno he aprendido cosas. Cada uno me ha dejado cosas y siempre ha sido un proceso de aprendizaje”, detalló.

Y con la Vinotinto disputó 16 encuentros internaciones y rompió las redes en dos oportunidades. “Estuve en varias etapas. Con César (Farías) fui llamado cuando estaba en Chile. Después me llamó Chita. Son cosas que siempre quedan y que uno recuerda con mucho cariño”, dijo.

Durante su carrera, el atacante de 36 años de edad ha anotado más de 130 goles en 8 conjuntos diferentes. Eso ha sido producto del esfuerzo, el trabajo y el apoyo de su familia desde el inicio. “Mi abuelo, que en paz descanse, y mi mamá fueron los que me llevaron siempre a luchar y a trabajar. Mi familia siempre ha estado ligada al fútbol. Gracias a ellos soy lo que soy hoy y me siento agradecido por todo lo que me dieron”, finalizó.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional