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Oliver Kahn: un patrón ideal para el Bayern Múnich

por El Nacional El Nacional

Volcánico y autoritario, el ex portero del Bayern de Múnich Oliver Kahn tomará en 2021 la cabeza del club bávaro en el que forjó su leyenda. Un hábito que parece hecho a medida para una personalidad especialista de las invectivas.

Cualquier otro club europeo habría reflexionado dos veces antes de confiar la presidencia en un personaje tan impulsivo, a veces violento y que ha hecho de las declaraciones altisonantes una marca de fábrica a lo largo de una carrera repleta de récords y trofeos.

Pero no el Bayern, donde culturalmente se asume que el patrón puede inmiscuirse regularmente en el día a día del club para meter en cintura a jugadores y entrenadores cuando los resultados no están a la altura del equipo que ha sido 28 veces campeón de la Bundesliga.

¿Y quien mejor que ‘King Khan’, que durante 14 años se colocó bajo el arco bávaro, para defender los intereses del club? «La idea es que Oli Kahn me suceda y que yo le facilite la toma de funciones» como presidente del consejo, confirmó el domingo Karl-Heinz Rummenigge, que habrá estado dos décadas como hombre fuerte del Bayern y cuyo contrato expira en 2021.

«Tiene su lógica: Oli es inteligente y conoce el club», añadió para justificar la decisión. Kahn está a punto de cumplir 50 años de edad y no ha ejercido nunca como entrenador, pero cuenta como aval sus 557 partidos en Bundesliga y un palmarés en el que no falta ningún título de clubes: ocho Bundesligas, seis Copas de Alemania, una Liga de Campeones (2001) y una Copa de la UEFA (1996).

De hecho fue Kahn quien dio al Bayern la cuarta ‘Orejona’ (de las cinco que tiene el club) en 2001, deteniendo tres penales en la tanda decisiva contra el Valencia en la final. Kahn también defendió el arco de la selección alemana entre 1993 y 2006, llegando a disputar la final de la Copa del Mundo de 2002 que la Mannschaft perdió ante el Brasil de Ronaldo.

‘Vol-Kahn’. Incluso en su propio país, su arrogancia le ha convertido en un personaje tan imprescindible como polémico, a menudo insultado en los estadios, donde se le ha llegado a lanzar una piel de plátano, consecuencia de una comparación con un gorila durante un programa de televisión. Este carácter le ha comportado múltiples apodos: desde ‘Vol-Kahn’ por su temperamento explosivo, ‘King Kahn’ por su rendimiento bajo los palos o ‘Kahn el bárbaro’ por su estilo, como cuando salió a detener un avance rival con la pierna a la altura de la cabeza del delantero.

En ningún caso, ‘Oli’ deja indiferente a nadie. La autoexigencia que se imponía a sí mismo, Kahn la exigía a sus compañeros, convirtiéndose en el alborotador del vestuario en una época en la que al Bayern le llamaban el ‘FC Hollywood’, por el clima de crisis que rodeaba al equipo bávaro en los años 1990, cuando en más de un entrenamiento algunos jugadores acabaron enfrentándose a puñetazos.

Pesadilla de los delanteros rivales… y de sus propios compañeros. A alguno le tomó por el pescuezo cuando el portero consideraba que no rendían como debía. Poco le importaba que le sancionaran o que le impusieran multas, Kahn era capaz también de abandonar la fiesta de Navidad del club. Kahn reivindicó su propia personalidad en una autobiografía titulada ‘Nº1, decidido y poseído como ningún otro’.

Antes de convertirse en comentarista de fútbol para la televisión pública alemana, Kahn llegó a lamentar «que todo se haya vuelto tan plano». «Uno tiene la impresión de que todo el mundo se esfuerza por hacer el menos ruido posible», dijo. Quedan pocas dudas de que, a partir de 2021, Oliver Kahn volverá a hacer ruido en el Bayern.