El Manchester City triunfó 4-2 este miércoles en Nápoles en la Liga de Campeones en una noche en la que el argentino Sergio «Kun» Agüero marcó un gol y se convirtió en el máximo artillero en la historia de su club.
Los goles del «Kun», de su compatriota Nicolás Otamendi, el inglés John Stones y el inglés Raheem Sterling permitieron al City del técnico Pep Guardiola salir ganador ante un Nápoles valiente, que había logrado el 1-0 y que aguantó hasta el 2-2, antes de sucumbir definitivamente.
Sigue intratable el City, que con cuatro victorias en otros tantos partidos, firmó el pase a los octavos de final y complicó el camino europeo del Nápoles, que se ubica tercero de grupo y necesita ganar los dos próximos partidos, siempre y cuando el City derrote al Shakhtar.
Guardiola realizó cuatro cambios con respecto al once que ganó el sábado ante el West Bromwich en la Premier League: alineó un 4-2-3-1 con el alemán Ilkay Gundogan en sustitución del español David Silva y Agüero por el brasileño Gabriel Jesus. También apostó por el ex jugador brasileño del Real Madrid, Danilo, en el lateral derecho en sustitución del inglés Kyle Walker y al también inglés Raheem Sterling en la banda derecha con el portugués Bernardo Silva, quien empezó desde el banquillo.
Por su parte, el técnico del Nápoles, Maurizio Sarri, apostó por su habitual 4-3-3 con su tridente «ligero» en la delantera, formado por el español José Callejón, el belga Dries Mertens y el italiano Lorenzo Insigne.
En el ambiente caliente el estadio San Paolo, el conjunto napolitano empezó el encuentro con agresividad y con las líneas muy adelantadas para complicar la circulación de balón del Manchester City.
En fase ofensiva, las rápidas combinaciones del Nápoles ponían en apuros a la defensa del City y la superioridad de los locales tuvo premio en el minuto 21, cuando Insigne recibió una gran asistencia de Mertens para batir a Ederson con un derechazo ajustado al segundo poste.
Sin embargo, el Nápoles perdió a la media hora de juego a su lateral izquierdo Faouzi Ghoulam, que se quedó en el suelo por una lesión y que fue reemplazado por el veterano Cristian Maggio. Después de la interrupción del juego, el City cambió de actitud. Tras un primer aviso de Agüero, logró igualar el encuentro gracias a un cabezazo de Otamendi tras un perfecto centro de Gundogan (minuto 34).
La diana lanzó a los hombres de Guardiola que, tras un disparo al larguero de Stones, lograron completar la remontada gracias al propio defensa inglés, que cabeceó en gol tras un saque de esquina de Sané (m.48). No faltó la reacción de un Nápoles valiente, que logró reorganizarse y que consiguió una pena máxima por una falta de Sané sobre el español Raúl Albiol; Jorginho no sufrió la presión y la transformó con seguridad para sellar el 2-2 (m.62).
Con un San Paolo en estado de euforia, los napolitanos intentaron apretar en busca del gol de la victoria, pero fue el City quien logró conseguirlo, gracias a un contundente contragolpe liderado por Sané y culminado por el Kun (m.69).
Fue una diana histórica para el argentino, que superó al inglés Eric Brook y, con 178 goles, es el máximo artillero de la historia de los «Citizens». Ese gol acabó con un Nápoles que terminó concediendo también el 2-4, firmado por Sterling a pase del belga Kevin De Bruyne en el minuto 92.
Noche dulce para el City, que ya está en octavos con dos jornadas de antelación, y muy amarga para los napolitanos, que se quedan contra las cuerdas y que están a un paso de caer eliminados en la fase de grupos de la Liga de Campeones.