Los egipcios contuvieron la respiración este domingo sobre una posible baja de su jugador estrella Mohamed Salah en el Mundial de Rusia (14 junio -15 de julio), después de haber mostrado su enfado a raíz de la lesión sufrida por el delantero del Liverpool en la final de la Champions.
Tanto en los cafés de El Cairo, donde los aficionados se habían reunido el sábado por la noche, como a través de las redes sociales, la furia estalló y los insultos se centraron en Sergio Ramos, que se fue al suelo con la estrella egipcia en la jugada que originó la lesión.
Después de la acción con el defensa del Real Madrid, Salah, lesionado en el hombro, abandonó el césped del estadio de Kiev entre lágrimas a la media hora de juego.
Todas las esperanzas de los egipcios se centran en él para la primera Copa del Mundo en la que los Faraones participarán desde hace 28 años. La lesión del atacante es un golpe realmente duro, incluso una tragedia nacional. El futbolista, no obstante, se mostró este domingo confiado en poder acudir al mundial.
“Fue una noche muy dura, pero soy un luchador. A pesar de los pronósticos, tengo confianza en que llegaré a Rusia para hacerles sentir orgullosos. Su amor y su apoyo me darán la fuerza que necesito”, escribió en Twitter dirigiéndose a sus aficionados.
El perro Ramos. Sin él, las posibilidades de Egipto en la Copa del Mundo son casi inexistentes, dijo Karim Said, editor jefe del medio digital Yalla Kora, especializado en fútbol.
“El ataque (del equipo) se basa esencialmente en Salah”, explica el analista. “Perdimos a un jugador importante y Egipto puede haber perdido a un jugador importante para la Copa del Mundo”, lamentó el entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp, después de la final en la que los Reds cayeron 3-1 ante el Real Madrid.
“Tipo sucio”, gritaba sin parar un aficionado furioso, en medio de otros insultos y ahogado en una multitud de espectadores en estado de ‘shock’. Algunas personas rompieron a llorar cuando vieron que su héroe nacional, desolado, abandonó el césped.