Marcus Rashford guió, con una actuación excelsa y un gol incluido, a Inglaterra a la victoria ante Costa Rica por 2-0, que podría haber sido aún más abultada de no ser por las paradas salvadoras del meta del Real Madrid Keylor Navas. Los de Gareth Southgate, que ya vencieron la semana pasada en Wembley a Nigeria por 2-1, se apuntaron su segunda victoria en la preparación para el Mundial de Rusia y mostraron un once inicial con diez cambios en comparación al duelo con los nigerianos.
En el 3-5-2 que dispuso el técnico inglés, Rashford fue la máxima estrella con un gol y una actuación sublime que sería coronada en la segunda parte por un gol de Danny Welbeck. Tras unos primeros minutos de dominio inglés, pero sin prácticamente peligro, tuvo que ser Rashford, ariete del Manchester United, el que levantase por primera vez a los aficionados de sus asientos.
El delantero cogió el cuero pegado a la línea de cal e hizo una elástica delante de Kendall Waston que dejó al defensor clavado, aunque un compañero suyo apareció para desviar a corner. Rashford había abierto el bote de las esencias y pronto lo continuó llenando de maravillas. En el minuto 12, recogió el balón en la frontal y soltó un latigazo que entró por la escuadra derecha de la portería de Navas, quien quizás pudo hacer más para intentar atajar el esférico.
El meta tico se desquitó minutos después cuando sacó un disparo bocajarro de Jamie Vardy dentro del área pequeña, evitando el que hubiera supuesto el 2-0 en el marcador. A la intervención de Navas le siguieron las primeras internadas de Costa Rica, que pudo empatar en el minuto 26 cuando Johan Venegas buscó cazar la escuadra inglesa, pero se encontró con una buena estirada de Jack Butland, que desvió el esférico.
Esta es precisamente una de las mayores dudas de Southgate para el Mundial, ya que aunque parece que el titular puede ser Jordan Pickford, del Everton, Butland, del descendido Stoke City, no es descartable.
Inglaterra encontró el segundo gol en el minuto 75, cuando un centro al segundo palo de Dele Alli se topó con un remate en plancha de cabeza de Welbeck, que finiquitó el encuentro.