«Messi, Messi», gritaron los aficionados marroquíes cuando se cruzaron con la hinchada portuguesa, en alusión a la rivalidad deportiva entre el astro argentino del Barcelona y la estrella en la que deposita todas sus esperanzas Portugal, Cristiano Ronaldo.
Entre un mar de camisetas rojas se colaron algunas camisetas del Barca con el 10 de Messi a la espalda, parte también de la afición Argentina que hizo acto de presencia en el partido correspondiente entre los lusitanos y marroquíes.
Centenares de aficionados del país magrebí cantaron y bailaron este martes a la salida de la Estación de Leningrado, a la que llegaron en tren procedentes de San Petersburgo, donde debutaron el viernes ante Irán.
También se vio ayer a un gran grupo de hinchas marroquíes en la Plaza Roja, que recorrieron al grito de «Gracias, Rusia» después de un incidente con uno de los suyos resuelto de forma amistosa.
Un seguidor de Marruecos encendió una bengala en el corazón de la capital rusa, algo absolutamente prohibido, pero se libró del castigo gracias a la comprensiva labor de un policía, que se dejó convencer por el resto de los aficionados para que no arrestara al responsable.