El Chelsea abrumó al Stoke para asaltar la segunda plaza de la Premier a expensas del Manchester United, en la última jornada del 2017 que presenció una meritoria remontada del Liverpool en Anfield con una exhibición del egipcio Mohamed Salah.
El belga Eden Hazard, gran estrella de los «Blues», acabó el año como suplente. En medio del ruido que en los últimos días generan las especulaciones sobre su renovación, Antonio Conte decidió dejar entre los reservas a su jugador franquicia.
No tuvo protagonismo Hazard. Tampoco lo necesitó el Chelsea ante un rival en línea descendente que solo ha ganado uno de sus seis últimos partidos. Apenas hizo frente al vigente campeón, que se enfrentará al Barcelona en los octavos de final de la Liga de Campeones.
El Chelsea tuvo un compromiso sencillo desequilibrado ya en los primeros minutos. Fue el brasileño Willian el que lideró a los azules. Una falta lateral que ejecutó fue aprovechada de cabeza por el alemán Antonio Rudiger para encarrilar el partido. Daniel Drinkwater, con un zapatazo desde el borde del área que se introdujo por una escuadra, anotó el segundo antes de los diez minutos iniciales.
El tercero fue marcado, en el 23, por el español Pedro. El atacante recibió un pase de Willian. Se hizo un hueco en la media luna y chutó con precisión para volver a batir a Jack Butland. El cuarto llegó en la segunda parte, cuando el nivel de juego bajó. Un partido cómodo del Chelsea frente un adversario entregado. Fue de penalti. Transformado por Willian, el mejor del partido.
Fue el italiano Davide Zappacosta, que sustituyó minutos antes al nigeriano Victor Moses, el que redondeó la goleada londinense. Ahora, el Chelsea se sitúa segundo a dos puntos del Manchester United, que recibe al Southampton.
Los «Blues» tienen cuatro puntos más que el Liverpool, cuarto en la clasificación después de remontar al Leicester, que sigue de bajón. Los «Foxes» sumaron su cuarto partido sin ganar: Tres derrotas y un empate resumen sus últimos cuatro compromisos. Tampoco obtuvo premio en Anfield, donde tuvo el marcador de cara al principio.
Salah resultó providencial para el cuadro de Jurgen Klopp, que se topó con la situación en contra desde que un robo de balón propició que Ryad Mahrez centrara a Jamie Vardy que, a puerta vacía, batió a Loris Karius.
Remó contracorriente el cuadro rojo, que no enderezó el partido hasta la segunda parte. Un pase de Sadio Mane a Salah propició el empate al 52. El egipcio entró en juego. Culminó la remontada del Liverpool a un cuarto de hora del cierre, con un buen disparo tras un centro de James Milner y solucionó la papeleta local.