Kevin De Bruyne hizo este sábado en Londres buena la ya célebre “Ley del ex” y un gol suyo castigó al Chelsea en Stamford Bridge (0-1) y dejó, una semana más, al Manchester City en lo más alto de la Premier League.
El media punta belga se marchó del Chelsea por la puerta de atrás en enero de 2014 después de que sus oportunidades fueran limitadas en el equipo londinense. Ahora, tres años y medio más tarde, asentado ya como líder del City, De Bruyne vio portería ante su ex equipo, al que condenó a la segunda derrota en casa de la temporada para mantener la meteórica racha de los suyos.
El conjunto de Pep Guardiola no pareció acusar la resaca continental ni las bajas de Mendy y Agüero en el que era “el primer gran test” de la campaña. La empresa se antojaba complicada: el fortín de Stamford Bridge contra el vigente campeón, un equipo que ha ido de menos a más y que llegaba después de lograr un sólido triunfo en Madrid contra el Atlético.
El duelo entre dos estilos antagónicos cayó del lado de Guardiola, el aspirante a campeón pudo con el vigente campeón, en un partido que no se decidió hasta entrada la segunda mitad con una genialidad de De Bruyne.
Antonio Conte introdujo dos cambios en el once de los “Blues”: ingresaron los centrales Christensen y Rüdiger por el sancionado David Luiz y por Moses. El técnico italiano metió músculo en el centro del campo con la dupla Kanté-Bakayoko y dejó las bandas a los españoles Marcos Alonso y Azpilicueta.
“Azpi” pasó del eje de la zaga a la banda -buscando controlar a Sané- en el 3-5-2 de Conte, que apostó por Fàbregas en la media punta y Hazard -primera titularidad de la temporada en Premier- y Morata arriba.
El City, por su parte, se presentó en Londres tras encadenar 9 partidos sin perder, pero con las bajas conocidas de Mendy el “Kun”, lesionado el primero para los próximos seis o siete meses y fuera el segundo tras el accidente de tráfico que sufrió el jueves en Amsterdam.
Guardiola introdujo una modificación con respecto al equipo que ganó el miércoles al Shakhtar Donetsk (2-0), y por el Agüero entró Sterling en el esquema 4-3-3. Delph volvió a ocupar el lateral izquierdo, mientras que los centrales fueron Otamendi y Stones, con Walker en la derecha, haciendo las veces de tercer zaguero en las transiciones defensivas.
Sin Agüero, el peso ofensivo recayó en Gabriel Jesús, arriba flanqueado por Sterling y Sané, surtidos siempre de balones por David Silva y De Bruyne.
El partido fue uno típico de Premier League, de ida y vuelta, sin descanso y con aproximaciones de los dos equipos. La primera la tuvo en sus botas Azpilicueta con un disparo desde el borde del área que repelió a saque de esquina Ederson.
Respondió rápido el City con una gran jugada por la izquierda de Sané, que cedió a Silva llegando desde atrás y éste soltó un zurdazo que despejó un atento Courtois.
Pasada la media hora el partido se le complicó a los de casa, cuando Morata, su máximo goleador esta temporada, se retiró lesionado. Conte sorprendió al apostar por Willian en lugar de por otro delantero puro como Batshuayi y jugar sin referencia arriba (Hazard-Willian).
La ocasión más clara en la primera mitad la tuvo Fernandinho con un remate portentoso de cabeza tras un saque de esquina de De Bruyne, pero Courtois, muy bien colocado, despejó como pudo para mantener el 0-0 al menos hasta el descanso.
El marcador se movió bien entrada en la segunda mitad (m.67) gracias a una genialidad, la enésima, del belga De Bruyne, que con un zapatazo imparable batió desde fuera del área a su compatriota Courtois después de un gran dejada de primeras de Gabriel Jesús.
Movió el banquillo Conte en busca de un revulsivo y dio entrada a Pedro y a Batshuayi por Hazard y Bakayoko, pero ni con una referencia arriba logró el Chelsea inquietar a Ederson.
Gabriel Jesús, en los instantes finales, pudo doblar la ventaja de los “Citizens” con un disparo de primeras desde dentro del área, pero Rüdiger despejó de cabeza sobre la línea de gol.
El marcador no se volvió a mover y el City se llevó tres puntos vitales de Londres ante el vigente campeón que lo dejan en lo más alto de la Premier League, empatado a puntos con sus vecinos del United, pero con mejor diferencia de goles (+20 de los de Guardiola, +19 del equipo de José Mourinho).