El Bayern se impuso por 3-0 al Celtic de Glasgow en un partido que resultó ser un trámite sin problemas para el campeón alemán, que hubiera podido lograr una goleada más alta de no ser por varias buenas intervenciones del meta escocés Craig Gordon.
El colombiano James Rodríguez tuvo poco menos de un cuarto de hora, tras sustituir al francés Kingsley Coman, cuando el partido ya estaba decidido.
El Bayern salió a mandar al campo desde el principio y el partido se convirtió pronto en un asedio al área del Celtic. A los 39 segundos se generó ya la primera llegada al área y el primer saque de esquina.
A los siete minutos, el árbitro anuló equivocadamente un gol a Thiago por considerar que antes de que Robert Lewandowski pusiera el balón en el centro del área, éste había traspasado la línea de fondo. Al margen del debate arbitral, la jugada mostraba que el Bayern estaba llegando y lo siguió haciendo por las dos bandas y con balones al área que tenían a los centrales del Celtic llenos de trabajo.
El cerrojo se rompió al minuto 17 cuando un centro de con la zurda de Joshua Kimmich desde la izquierda encontró la cabeza de Lewandowski. Gordon reaccionó con una buena parada, pero el rebote cayó a los pies de Thomas Müller, quien no tuvo problemas para definir a placer.
Al minuto 17 llegó el segundo gol, marcado por Kimmich de cabeza a centro del francés Kingsley Coman desde la izquierda, que antes había dejado en el camino al costarricense Cristian Gamboa, a quien el extremo francés propició una noche de sufrimiento constante.
Al minuto 51 llegó la sentencia definitiva, con un gol de cabeza de Mats Hummels tras un saque de esquina lanzado por Arjen Robben. Tras el 3-0, el Bayern bajó la intensidad, le permitió algunos avances al Celtic pero siguió generando ocasiones.
La última fue en el minuto 90, cuando Gordon paró un cabezazo a quemarropa de Müller. Antes, en el 88, Arturo Vidal había rematado al cuerpo de Gordon tras recibir un buen pase de James.