El toque del Barcelona se impuso al juego físico del Chelsea (0-3) y el equipo azulgrana, liderado por dos tantos del delantero venezolano Alejandro Marqués, conquistó este lunes la segunda Liga de Campeones juvenil de su historia.
El conjunto catalán, vencedor del título en 2014, tuvo suficiente con las dianas de Marqués (minuto 33 y 52) y Abel Ruiz (92) para superar al equipo londinense, que en el primer tiempo no supo contrarrestar la jerarquía de su rival con el balón y en el segundo echó de menos más puntería.
Final de estilos entre dos campeones de la competición. El conjunto londinense, vencedor en 2015 y 2016, apostó por un juego físico, buscando el protagonismo a través de sus dos carrileros y el juego directo.
Su plan, sin embargo, no cuajó en los primeros 45 minutos ante un Barcelona que tenía las ideas muy claras: dominar el partido con el balón sin perder la paciencia y esperando a que el talento de Riqui Puig, Abel Ruiz, Carles Pérez o Marqués se impusiera en los últimos metros.
La única llegada en el primer tiempo con relativo peligro de los ingleses llegó por la banda derecha con un centro de James que Hydson-Odoi no supo rematar.
Un aviso que no asustó al conjunto azulgrana, que, poco a poco, se adueñó del balón instalándose en el campo de su rival. En la zona ancha brillaba Riqui Puig, muy libre en la medular sabiendo conectar con los delanteros tras las múltiples pérdidas en la salida de balón del Chelsea.
El primero en probarlo fue Marqués, con un disparo envenenado que, tras tocar en un zaguero del Chelsea, a punto estuvo de encontrar portería.
Las sensaciones positivas del cuadro catalán se tradujeron en gol en el minuto 33, cuando Abel Ruiz maniobró de espaldas, conectó con Puig y éste le devolvió una pared precisa que el delantero valenciano convirtió en una conducción por la banda derecha hasta pisar el área, donde dibujó un centro preciso que encontró la cabeza de Marqués.
El delantero venezolano cabeceó a placer con un remate en plancha con el que su equipo se llevaba un premio a su propuesta atractiva y ofensiva.
Antes del descanso, el Chelsea reaccionó con una presión algo más incisiva, pero el segundo gol azulgrana estuvo más cerca con un disparo seco de Carles Pérez que Cummings atrapó en dos tiempos.
Tras la reanudación, el Chelsea impuso una marcha más y ahogó el juego del Barcelona. No obstante, cuando menos controlado tenía en el encuentro el conjunto azulgrana anotó el segundo. Llegó tras una pérdida infantil en la salida del balón del central Guehi y Marqués, el más listo de la clase, lo aprovechó para marcar con sangre fría o ante Cumming.
No se hundió el equipo inglés, que se hizo con las riendas del partido. Con sus armas, juego directo y balón parado, a punto estuvo de entrar de nuevo en el duelo. McCormick rozó el tanto con una chilena que no encontró portería por poco, mientras que Hudson-Odoi, en un libre directo, y Charlie Brown, en un cabezazo, se toparon con un poste.
Pero las fuerzas le duraron poco al Chelsea y el Barcelona, poco a poco, se reconcilió con el balón para cerrar el partido gracias a Abel Ruiz, autor de una diana de delantero centro en el tiempo añadido, y levantar otro título de prestigio para La Masía.