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Francia-Marruecos, un favorito, un invitado y Messi en el horizonte

por Avatar AFP

Francia y Marruecos juegan este miércoles una semifinal del Mundial inesperada. Los Bleus entraban en los pronósticos pero no la selección magrebí, primer equipo africano en alcanzar esa instancia. Del vencedor de este duelo saldrá el rival de Argentina y Leo Messi en la final del domingo.

Si Francia es favorito, como actual campeón del mundo y con un jugador como Kylian Mbappé en racha de juego y goles, la tarjeta de presentación del “invitado” Marruecos asusta, tras haber dejado en el camino a Bélgica, España y Portugal.

Messi, ya clasificado a su segunda final de un Mundial, tras el intento fallido en el último escalón ante Alemania (1-0) en Brasil-2014, seguirá atento este duelo entre franceses y marroquíes para conocer su rival en el partido por el título, después de haber eliminado el martes a Croacia en semifinales (3-0).

El duelo Francia-Marruecos juntará a dos amigos íntimos, compañeros en el París Saint Germain, Achraf Hakimi y Kylian Mbappé, que lidera la tabla de goleadores empatado con Messi (ambos con cinco tantos) y que busca a sus casi 24 años, que cumplirá dos días después de la final, su segundo título mundial. Solo Pelé logró dos de sus tres títulos a tan temprana edad.

Macron, en el estadio

En presencia del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, que ha viajado a Qatar para el partido en el Estadio Al Bayt, en Al Khor, al norte de Doha, y bajo alta vigilancia policial en París, con 10.000 policías movilizados en Francia, donde vive una gran comunidad marroquí, el partido «debe ser eso, un encuentro de fútbol», insistió Didier Deschamps, seleccionador de los Bleus, por el temor a disturbios en su país.

Marruecos está encantado con el sabor a la victoria y quiere más. En cinco partidos que lleva disputados ganó en primera ronda a Bélgica y luego eliminó por penales en octavos a España y derrotó por 1-0 a Portugal en cuartos.

Su rigor defensivo y su eficacia al contragolpe le han colocado en semifinales, recibiendo solo un gol en cinco partidos en la primera fase, en la victoria ante Canadá (2-1) y fue además en propia meta.

«Les he dicho a los jugadores: si están contentos por llegar a las semifinales y piensan que pase lo que pase, hemos logrado hacer un buen Mundial, yo no lo creo. Queremos ganar la Copa del Mundo», subrayó el martes el ambicioso técnico de Marruecos, Walid Regragui.

Sabedor de la peligrosidad de Marruecos al contragolpe, Deschamps buscará tener la posesión de la pelota.

«Marruecos se enfoca en contraatacar, como muchos otros, porque cuando rescatas la bola de tu oponente, muy rápidamente puedes crear chances de marcar», dijo el técnico francés el martes en la rueda de prensa previa a la semifinal con Marruecos.

«Marruecos sabe cómo hacerlo, tenemos un plan que podemos adaptar durante el juego. En este caso, tener la posesión lo más que podamos, pero usándola para crear problemas a nuestros adversarios», añadió.

Sin bajas

Marruecos afronta «recuperado y sin bajas» esta semifinal del Mundial, señaló Regragui.

Pese a todo, la pareja de centrales formada por Nayef Aguerd y Romain Saiss es duda. El primero se perdió el duelo de cuartos ante Portugal (1-0), reemplazado por Jawad el Yamiq, y el segundo, el capitán, salió en camilla tras 55 minutos.

Por su parte, el lateral izquierdo del Bayern Múnich Noussair Mazraoui también se perdió el partido de Portugal, pero debería estar disponible el miércoles.

En el campo francés, el defensa Dayot Upamecano, ausente en el entrenamiento del lunes, y el centrocampista Adrien Rabiot no se ejercitaron el martes.

Se trata de la segunda sesión consecutiva que se pierde Upamecano, central titular.

Los dos jugadores padecen sendos resfriados, indicó una fuente próxima de los Bleus, que rechazó la hipótesis de un eventual contagio de covid-19.

Francia, con una fuerte comunidad marroquí, estará paralizada con esta semifinal inesperada. El país magrebí también espera con ansiedad esta semifinal, en la que los Leones del Atlas pueden seguir escribiendo la historia.