Cuando el ex decatlonista Ramón Montezuma y los otroras peloteros Leonardo Hernández, Víctor Davalillo y Argenis Salazar vieron a Daniel Flores, en un tryout organizado por la Academia Puro Beisbol, en Porlamar, observaron algo especial. Había potencial para el beisbol en el muchachito de 12 años de edad. La pubertad la vivió en terrenos de juego, en donde se desarrolló como receptor y llamó la atención de varias organizaciones.
Fueron los Medias Rojas de Boston los que lograron firmarlo hace cuatro meses, con 16 primaveras. Le dieron 3,1 millones de dólares por su talento: podía tirar a las bases con potencia, poseía visión de juego, su bate hacía contacto con frecuencia y también tenía el don del poder a los dos lados del plato.
Todas las proyecciones indicaban el nacimiento de una estrella. Él no sabía si eso era cierto, trataba de ignorar la etiqueta de predestinado. Solo quería hacer una cosa: llegar a las mayores para vivir del beisbol por “15 o 20 años”, repitió hasta el cansancio el día que estampó su rúbrica. “Soy admirador de Salvador Pérez. A la derecha quiero batear como Miguel Cabrera y a la zurda como Víctor Martínez”.
Ni las perspectivas de los patirrojos ni el sueño de Flores se cumplieron, infortunadamente. Falleció con 17 años de edad, en Boston, tras complicaciones mientras recibía tratamiento por cáncer.
El prospecto buscó atención médica hace diez días por un fuerte dolor en la espalda baja, confirmó uno de sus allegados. Allí le fue detectado la enfermedad que, según José Salas (director de la Academia Puro Beisbol, en dónde creció la promesa), se originó en los testículos y se le hizo metástasis en los pulmones.
“Era un ser humano elevado, con una gran capacidad de entendimiento por la vida, el amor, la compasión y la humildad”, expresó Salas quien acompañó a Pérez durante su firma, junto a su madre, Rosa Margarita Urbaneja. “Dentro de las dos rayas blancas simplemente el mejor catcher”.
El deceso de Pérez sacudió a la gerencia de los Medias Rojas. “Todos quedamos en shock al conocer la trágica muerte de Daniel”, dijo Dave Dombrowski, presidente de Operaciones de Beisbol de la organización bostoniana. “Ver la vida de un joven con tantas promesas truncadas es extremadamente triste para todos nosotros. En nombre de la organización, me gustaría expresar nuestras más profundas condolencias a la familia de Daniel”.
Las condiciones de Flores lo llevaron a estar entre las cinco mayores promesas de los Medias Rojas, a pesar de su incipiente carrera como profesional. Su firma solo fue superada este año por la del dominicano Wander Franco, quien pactó por 3,8 millones de dólares con los Rays de Tampa Bay.
“Los miembros de la organización que llegaron a conocer a Daniel lo amaron absolutamente”, señaló Eddie Romero, subdirector general de Boston. “Era enérgico, trabajador y genuinamente desinteresado, siempre con una sonrisa en la cara. Se preocupaba por sus compañeros y era un líder natural. Hoy no tengo palabras. Daniel era un joven impresionante con un potencial ilimitado y una vida demasiado corta”.
Paz a su alma.
El Dato
Durante su firma con los Medias Rojas de Boston, Daniel Flores admitió su admiración por el boricua Iván Rodríguez, miembro de Cooperstown. El ex receptor le dedicó un mensaje de condolencias: “Tristes días para el beisbol. QEPD Daniel. Oraciones para todos sus familiares y amigos”.
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