Miles de aficionados de Nápoles festejaron la victoria de su equipo frente a la Juventus en la final de la Copa de Italia, encendiendo bengalas y fuegos artificiales y bañándose en las fuentes del centro de la ciudad.
El Estadio Olímpico de Roma, donde se disputó la final, estaba vacío, al jugarse la final a puerta cerrada, respetando el protocolo sanitario posterior al coronavirus.
Pero en Nápoles, los tifosi eran varios miles, más de 5.000 según la cadena Sky, para celebrar el triunfo obtenido frente a la Juventus (0-0, 4-2 en los penales).
Colas de autos y de motocicletas comenzaron a formarse tras el pitido final, con los aficionados encendiendo bengalas, lanzando fuegos artificiales y exhibiendo bufandas y pancartas alabando al Nápoles o mofándose de la Juventus.
La reunión más importante tuvo lugar en la Piazza Trieste e Trento, lugar de encuentro tradicional de los tifosi del club los días de victoria.
En medio de banderas, bocinas y cánticos, decenas de personas se lanzaron a la Fontana del Carciofo, en el centro de la plaza.
Nápoles no había ganado ningún trofeo desde 2014, tras un doblete Copa de Italia y Supercopa.