Entrenadores hípicos venezolanos se han sumado a los ciudadanos que han inmigrado a otros países debido a la crisis que se vive en Venezuela.
De acuerdo con Victor Barbosa, ganador de 100 carreras en Gulfstream y mejor entrenador de la temporada de verano en 2017, la hípica en el país ha disminuido y se dificulta “sobrevivir” con los premios, porque el pago es poco.
En La Rinconada en las competencias se logra reunir solo 18 y 26 millones de bolívares, mientras que en alojamientos se debe gastar 10 millones. Del dinero debe descontar además el pago de los entrenadores y de los alimentos de los caballos y medicinas, que están a un costo muy elevado.
El destino predilecto de los entrenadores es Florida, en Estado Unidos, debido a que en el mercado la mayoría son latinos además del clima y el idioma, reseñó Crónica Uno.
Barbosa aseguró que los entrenadores hípicos venezolanos pueden homologar la licencia de entrenar de acuerdo con el récord que tuvieran en Venezuela.
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