El juez de la Audiencia Nacional española Francisco de Jorge reafirmó su competencia para investigar a Luis Rubiales y al resto de imputados en el caso. Asimismo, rechazó la petición del director de la selección masculina, Albert Luque, de enviar la parte que le afecta a un juzgado de Ibiza.
Luque, investigado por supuestas presiones a la jugadora Jenni Hermoso para que restase importancia al beso no consentido que le dio Rubiales, argumentó que debían juzgarlo de Ibiza. Se pidió que se asumiera su causa dado que las presuntas coacciones que se le imputan estarían enmarcadas en el viaje a la isla del que disfrutaron algunas futbolistas.
La Fiscalía se opuso y ahora el magistrado dictó un auto, al que tuvo acceso EFE este viernes, en el que rechaza la petición de Luque. Se considera que el delito de coacciones que se le imputa a él y a los otros cuatro investigados es «conexo» al de agresión sexual que se atribuye en este momento del procedimiento a Rubiales.
«La competencia para conocer de todos los hechos objeto del presente procedimiento es del Juzgado Central de instrucción» que dirige De Jorge, asevera el juez en el auto donde recuerda que nadie cuestionó su competencia para investigar estos hechos cuando asumió la causa.
Una causa que ya se encuentra en su recta final a la espera de que el juez decida si propone juzgar a los investigados y de que la Sala de lo Penal resuelva un último recurso de la defensa del exseleccionador femenino Jorge Vilda, que pidió que su sucesora, Montse Tomé, declarase como testigo.
Vilda está investigado junto a Luque y el director de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, por un delito de coacciones al considerar la Fiscalía que hay indicios de que presionaron a Jenni Hermoso y a su entorno para que tratase de justificar públicamente al expresidente de la Federación.
Rubiales, inhabilitado por la FIFA, se encuentra también investigado por este delito y el de agresión sexual ante el beso no consentido que dio a la internacional. El hecho ocurrió durante la ceremonia de entrega de trofeos tras la victoria del mundial, el pasado 20 de agosto.