El economista Iván Cabeza, experto en los números del FC Barcelona, tiene la certeza de que antes del 31 de agosto, cuando se cierra el mercado, el club azulgrana habrá inscrito a todos los jugadores que haya fichado, porque ya en la actualidad «se encuentra en una situación normal» en la que no depende de la regla que tan solo le permitía invertir un euro en futbolistas por cada tres que liberaba.
Así lo explicó en una entrevista con EFE. El Barcelona es el club de fútbol que más dinero ha gastado (153 millones de euros sin contar los posibles variables) en este mercado de fichajes veraniego y el mundo balompédico se pregunta cómo puede haberse revertido la situación después de la delicada situación económica de la que procede.
Pero la explicación no recae en la magia, sino en la activación de las “palancas” que le han permitido fichar a jugadores de talla mundial como Robert Lewandowski (45), Jules Koundé (50) y Raphinha (58). Con esta cifra de inversión, el Barça se sitúa por delante del Bayern Múnich y el Arsenal, que gastaron 137,5 millones y 132 millones, respectivamente, según el portal Transfermarkt.
Las denominadas “palancas” no son otra cosa que la venta de activos del club durante un determinado periodo de tiempo. De momento, el club azulgrana ha vendido 25% de los derechos televisivos de LaLiga de los próximos 25 años al fondo de inversión norteamericano Sixth Street a cambio de 519 millones, que suponen una plusvalía contable de 667 millones para las arcas azulgranas.
La primera consecuencia de este ingreso (100 millones se han destinado a retornar una parte del préstamo de Goldman Sachs) es que el FC Barcelona ha podido revertir rápidamente el patrimonio neto, que al final del curso 2020-2021 fue negativo en 451 millones de euros.
«Es muy probable que el Barça ya haya ingresado todo el dinero de Sixth Street o, por lo menos, una gran parte», explica a EFE Iván Cabeza. Así, este ingreso también está permitiendo que la entidad azulgrana pueda acometer fichajes de primer nivel mundial que no hubiese podido ni soñar tan solo hace unos meses.
Lewandowski, Raphinha y Koundé son tres jugadores de renombre que permitirán que el Barça opte a todos los títulos en el curso que está a punto de empezar. Además, han llegado libres Franck Kessié y Andreas Christensen, y al mercado de fichajes aún le queda un mes para que cierre.
A pesar de que se está hablando de la posible necesidad de ejecutar una nueva ‘palanca’ (la venta de hasta 49% de Barça Studios, la productora audiovisual del club) o de vender jugadores de valor como los neerlandeses Frenkie de Jong o Memphis Depay para poder inscribir a todos los fichajes, Cabeza no considera que sea necesario en este sentido.
«Gracias a las ‘palancas’ el Barça puede que ahora mismo ya tenga la capacidad para inscribir a todos los jugadores que hasta ahora ha fichado. Y, si no, está muy cerca de conseguirlo», asegura el economista, que en todo momento deja claro que sus valoraciones no pueden ser exactas a causa de que el club no ha hecho públicos la mayoría de datos de las operaciones.
La venta de activos del club permitió un giro copernicano en la situación económica y deportiva del Barça. Pero tan solo el tiempo dirá si a medio y largo plazo la jugada le salió bien a la junta de Joan Laporta.
«Para que salga bien no es tan importante ganar títulos como competirlos hasta el final, generando marca. Debes conseguir volver a estar allí donde estabas. Así generarás siempre muchos ingresos (patrocinios, venta de entradas, entre otros) que te permitirán revertir los que dejarás de ingresar anualmente a causa de la venta de activos», analiza Cabeza.
El reto final, según el economista, «es tener un club sostenible, que los ingresos a final de temporada siempre sean superiores a la masa salarial, porque así se podrá ir cubriendo la deuda (el último dato fue de 1.350 millones, a falta de cerrar la financiación de hasta 1.500 millones para el Espai Barça) y recuperar los ingresos que no tendrás por derechos televisivos (poco más de 40 por temporada)».
Ya no hay vuelta atrás. Laporta activó su solución a la situación heredada de la junta directiva de Josep Maria Bartomeu. El rendimiento del equipo y la capacidad de los despachos para convertir los posibles éxitos deportivos en ingresos dictarán sentencia.