El Atlético de Madrid perdió 2-0 en su visita al Bayer Leverkusen y se complica su futuro en el grupo B de la Liga de Campeones, que lidera el Brujas con 6 puntos tras ganar 4-0 en Oporto.
Tras una primera parte sin goles y sin prácticamente ocasiones de gol para ninguno de los dos equipos, el Leverkusen aprovechó que el Atlético se estiró en el tramo final del partido para buscar el gol para sentenciar con goles de Robert Andrich (84) y de Moussa Diaby (87).
«Parecía que teníamos más o menos controlado el partido porque no estaban pasando muchas cosas, pero luego en dos contraataques nos hicieron dos goles (…) Tenemos que ser más agresivos en las dos áreas», lamentó el capitán rojiblanco Koke.
«Es un partido que no pudimos resolver antes de los 70-80 minutos, que ya habríamos tenido un poquito más de tranquilidad (…) y en el final nos agarraron abiertos, vino el primer gol y terminaron cerrando el partido con otro contragolpe», coincidió su entrenador Diego Simeone.
Tras estos resultados, el Brujas, próximo rival del equipo español lidera sorprendentemente el grupo B con un pleno de 6 puntos, seguido por Bayer y Atlético con 3 y cierra sin puntuar el Oporto.
Simeone se lo jugó todo
Como ya intuía Simeone en la víspera, el Bayern Leverkusen no quiso asumir la responsabilidad de llevar el ritmo del partido pese a jugar en su estadio, y el Atlético se dedicó a controlar sin asumir tampoco excesivos riesgos en defensa.
Así, ninguno de los dos equipos gozó de ocasiones claras para marcar en la primera parte y la jugada más destacada fue un centro de Koke que tocó en la mano del defensa burkinés Edmond Tapsoba.
Pese a las protestas de los jugadores colchoneros, el árbitro inglés Michael Oliver no concedió la pena máxima, ayudado por el videarbitraje (m.24).
Con un solo disparo entre palos por cada equipo, no es de extrañar que el resultado al descanso fuera el inicial 0-0.
Simeone retiró de la cancha a Saúl Ñíguez por Rodrigo de Paul para buscar más profundidad ofensiva y lo primero que se encontró el Atlético fue la mejor ocasión del Leverkusen, con un remate del checo Patrick Schick que tras superar al croata Ivo Grbic, que jugó al no estar aún recuperado al 100% de su lesión Jan Oblak, estrelló la pelota en el larguero (48).
Pasada la hora de juego, Simeone se lo jugó todo a una carta dando entrada a Yannick Carrasco y, sobre todo, Antoine Griezmann, muy acertado de cara al gol esta temporada pese a no ser titular por sus problemas contractuales.
Cambios improductivos
Con toda la artillería en el césped, el Atlético se hizo dueño de la pelota y amenazó una primera vez con un gran disparo desde el pico del área de De Paul que sacó el portero eslovaco Luka Hradecky cuando se colaba por la escuadra (68).
Pero con el Atlético más volcado sobre el arco rival, dejó más espacios en defensa y cerca estuvo de aprovecharlo el Leverkusen: Felipe evitó el gol de Schick cuando Grbic estaba batido (70) y en el córner posterior, el remate al primer palo con la espalda del marfileño Odilon Kossounou se estrelló en la parte exterior del palo (72).
Fue el presagio de lo que pasaría minutos después, cuando una gran jugada por la derecha del holandés Jeremie Frimpong acabó con el remate al fondo de la red de Andrich (84).
Sin tiempo para reaccionar, el Leverkusen dio la puntilla: Frimpong volvió a desbordar por la derecha y cedió a Diaby para que el joven delantero francés sentenciase el partido (87).