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Efecto coronavirus: cambiar casi medio equipo para evitar lesiones

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¿Cambiar casi medio equipo durante un partido? Hasta hace un tiempo hubiese parecido un despropósito. Pero ahora toca adaptarse y reinventarse.

El coronavirus vino a alterar un orden establecido, a descomponer la realidad. Mitigar sus consecuencias es un desafío que obliga a reescribir manuales. Al fútbol le costará reconocerse cuando se reanude la actividad de las competencias oficiales. Los equipos se enfrentarán en medio del silencio, rodeados de tribunas vacías.

Los jugadores entrarán a la cancha con la incertidumbre de cómo les responderá el cuerpo después de más de dos meses de un mantenimiento físico en condiciones atípicas, alejados de las rutinas colectivas de los planteles. Aumentará el riesgo de lesiones por cansancio prematuro y la exigencia de un deporte que se define por secuencias alternadas de alta intensidad y reposo.

En vista de este panorama, la FIFA, a través de la International Board, encargada de dictar las reglas, dictaminaría esta semana aumentar de tres a cinco los cambios por equipo durante un partido. La finalidad es aliviar la carga física y distribuir el desgaste entre una mayor cantidad de futbolistas.

La aplicación de la norma no será obligatoria, quedará a criterio de cada federación para implementarla en sus torneos. Y será de carácter provisorio, mientras dure la pandemia.

La Bundesliga, que este jueves decidirá el regreso del fútbol para el 15 o 22 de mayo, podría ser el primer laboratorio para las cinco variantes. Fuentes cercanas a la FIFA señalaron que la temporalidad de la medida podría abarcar la temporada 2020-21, incluida la Eurocopa del año próximo.

Los cambios benefician a los equipos más grandes

Sobre el impacto que podría tener una disposición de este tipo, el ex árbitro Javier Castrilli, representante argentino en el Mundial 1998, expresó al diario La Nación: «La urgencia por recuperar el tiempo perdido recargará las agendas de los clubes y será necesario acudir a una mayor cantidad de jugadores».

«Me parece una norma más diseñada para Europa, para la etapa final de la Champions League, con clubes que disponen de planteles más amplios y parejos. No lo veo viable para el torneo local y la Copa Argentina, donde es más acentuada la diferencia de cantidad y calidad entre los equipos».

«Eso puede redundar en ventajas deportivas para el más poderoso. Para el cuarto o quinto cambio puede tener un futbolista del mismo nivel que el reemplazado, algo que no está alcance del que posee menos recursos. A la larga, esta medida va a terminar perjudicando a los de presupuesto más bajo. Yo dejaría todo como está porque esto va a beneficiar a los equipos de mayor poder económico».

Ya existen diferencias desde el 11 inicial

Otro ex árbitro argentino con experiencia en mundiales -pidió reserva de su nombre- le sumó un matiz al enfoque de Castrilli: «Es un buen punto de vista, pero, para poner nombres propios, el tercer cambio de Boca o de River ya es mejor que el que puedan hacer Patronato o Aldosivi. Es más, las diferencias ya están marcadas desde los 11 titulares».

«Habría que conocer bien los fundamentos si se aprueba lo de los cinco cambios. Yo no creo tanto en la cuestión física. Los jugadores son profesionales. Se cuidan mucho».

Con cinco cambios los partidos durarán más

Miguel Scime, ex director de Formación Arbitral de la AFA, expresó que le recomendaría sin dudar a la entidad que preside Claudio Tapia la posible reforma a la regla 3.

«Yo estoy a favor, me parece algo atinado. Se jugará más seguido y los equipos tendrán la posibilidad de recuperar a futbolistas que vienen de una inactividad que nunca habían pasado. Hoy vi una foto de Luis Suárez en Barcelona y se lo nota fuera de forma. FIFA toma en cuenta las recomendaciones de su Departamento Médico. Repara en la salud de los jugadores, no especula con que está favoreciendo a determinado equipo».

Un solo aspecto negativo le encuentra Scime: «Con cinco cambios va a haber más interrupciones y los partidos van a durar 95, 96 minutos».

Rudi García, director técnico de Lyon, le comentó a la agencia AFP: «Sería una decisión para suavizar las consecuencias del coronavirus. Está claro que nos da más opciones a los entrenadores».

El conductor del equipo que tiene pendiente el desquite contra la Juventus en los octavos de final de la Champions League estimó que el actual sería un buen tiempo de prueba para determinar si la ampliación se convierte en definitiva.

Argumentos de la FIFA

Presidida por Gianni Infatino, la FIFA expuso sus argumentos: «La seguridad de los jugadores es una de las prioridades de la FIFA. Una preocupación sobre este aspecto es que la frecuencia de los partidos, superior a la normal, puede aumentar el riesgo de posibles lesiones por sobrecarga física».

En 52 años, el fútbol podría pasar de no permitir cambios a autorizar cinco, con la posibilidad de un sexto en un suplementario, como ocurre ahora con la cuarta variante añadida a las tres de los 90 minutos.

Hasta 1968 solo se permitía la sustitución del arquero en caso de lesión. Desde 1969, se amplió a un jugador de campo, siempre por razones físicas. En el Mundial 1970 se habilitó una pequeña revolución reglamentaria: dos cambios sin condicionamientos. En 1994/95, dos más el arquero. Y en la temporada siguiente, tres sin importar el puesto. Ahora, si se llega a cinco, será la «norma del coronavirus».

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