Tokio entró este viernes en la recta final de los Juegos Olímpicos, con poca algarabía a una semana de la ceremonia inaugural, mientras los contagios de coronavirus crecen en la capital japonesa.
Los organizadores debieron prohibir la presencia de público en todos los eventos de la ciudad y la mayoría de las otras localidades que tendrán actividad olímpica en el país.
Los participantes olímpicos, desde atletas hasta periodistas, enfrentan numerosas medidas para evitar el contagio, incluidas pruebas frecuentes de covid-19 o límites a sus desplazamientos.
El escrutinio sobre los riesgos de infecciones se ha intensificado, en momentos en que Tokio registra el número más alto de casos desde enero.
Pero el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, dijo el viernes que las medidas están funcionando.
Entre las miles de llegadas a Japón desde el 1 de julio, solo se han reportado unos pocos casos positivos.
Este viernes, las autoridades de Izumisano informaron de la desaparición del joven atleta ugandés Julius Ssekitoleko, de 20 años. El deportista no se presentó para efectuar un test diario anticovid.
Estado de emergencia
El comité organizador local había informado el jueves que un atleta y cinco miembros del equipo dieron positivo al coronavirus. Otros cuatro casos positivos se reportaron el viernes entre el personal olímpico.
Otros casos se detectaron entre delegaciones que llegan a los campos de entrenamiento, y uno entre el personal de un hotel donde se alojan atletas brasileños.
Sin embargo, Bach dijo que una visita a la Villa Olímpica lo convenció de que las reglas olímpicas están en marcha, están funcionando y se están aplicando.
«Podemos observar y convencernos de que todas las delegaciones están siguiendo las reglas. Además, apoyan las reglas porque saben que les interesa estar seguros», dijo en una reunión con el gobernador de Tokio, Yuriko Koike.
La capital está actualmente bajo estado de emergencia, aunque las medidas están lejos de un confinamiento. En general se tratan de limitar la venta de alcohol y limitar el horario de los restaurantes.
Las medidas estarán en vigor durante los Juegos, y podrían extenderse a otras regiones donde aumentan los casos.
Japón registró un brote menor que otros países, con menos de 15.000 muertes, pese a que no aplicó confinamientos estrictos.
Al mismo tiempo, su tasa de vacunación ha sido comparativamente lenta, con cerca de 20% de la población plenamente inoculada.
«Patio carcelario»
Decenas de equipos se encuentran en Japón, algunos en campos de entrenamiento en todo el país. Otros están en la Villa Olímpica, donde se observan banderas nacionales colgadas por las delegaciones.
La pesista británica Sarah Davies subió comentarios en redes sociales sobre la vida en los Juegos de la pandemia.
«Tenemos lo que llamamos un patio carcelario», sostuvo en un video posteado en su cuenta de Instagram mientras caminaba por el pavimento.
«Podemos literalmente caminar de un lado a otro de este espacio entre las 7 y las 10 am, y es el único horario en que nos dejan salir», agregó.
«Realmente se siente como estar en prisión. Pero, bueno, es lo que es… Bienvenidos a los Juegos Olímpicos, edición covid», comentó.
Otros equipos en Tokio, como los nadadores de Estados Unidos y la estelar gimnasta norteamericana Simone Biles, postearon imágenes desde sus sitios de entrenamiento.
Bach estará el viernes en Hiroshima para marcar el inicio de una tregua olímpica apoyada por la ONU, mientras que el vicepresidente del COI, John Coates, visitará Nagasaki.
«Los Juegos Olímpicos en Tokio y Paralímpicos son un rayo de esperanza para un futuro mejor y más pacífico», declaró Bach, recordando el compromiso por la paz de las instancias olímpicas.
La tregua busca asegurar un alto a todas las hostilidades para permitir el paso seguro y la participación de atletas y espectadores en los Juegos.
Bach generó controversia al supuestamente pedir al primer ministro japonés, Yoshihide Suga, considerar permitir la presencia de espectadores en los eventos olímpicos si la situación sanitaria mejora.
Medios locales dijeron que la solicitud se formuló el miércoles en una reunión entre los dos hombres. Suga respondió que cualquier cambio será decidido por autoridades locales y nacionales con los representantes olímpicos y paralímpicos.
Pese a la emergencia, hasta 5.000 espectadores podrán participar en los eventos deportivos que no sean de los juegos olímpicos en Tokio.
Los organizadores señalan que con los Juegos es diferente porque involucran múltiples eventos en forma simultánea. Esto aumenta el riesgo de grandes congregaciones que pueden propagar el virus.
Los medios locales informaron que menos de mil personas, en su mayoría dignatarios y altos cargos, estarán presentes en la ceremonia inaugural el 23 de julio.