Celtics Dallas
Foto Archivo

Con un impactante regreso de Kristaps Porzingis, los Boston Celtics derrotaron este jueves por un contundente 107-89 a los Dallas Mavericks en el primer partido de las Finales de la NBA.

Porzingis, que estaba de baja desde el 29 de abril por una lesión muscular, anotó 20 puntos, capturó 6 rebotes y colocó 3 tapones en 21 minutos frente a su exequipo.

Luka Doncic, la gran estrella de estos playoffs, brilló con 30 puntos y 10 rebotes en su estreno en unas Finales de NBA. Su socio Kyrie Irving se quedó en 12 tantos para unos Mavericks que fueron a remolque desde el primer cuarto con desventajas de hasta 29 puntos.

«Obviamente alguien como él (Doncic) va a anotar sus puntos. Nuestro trabajo es limitar a los otros jugadores lo mejor que podamos», señaló Jayson Tatum, la figura de Boston. «Pero es solo un partido. Estas son las Finales de la NBA, ellos no van a desaparecer fácilmente».

Empujados por su afición, los Celtics ni siquiera se resintieron de la discreta noche de Tatum, que registró 16 puntos y 11 rebotes, mientras Jaylen Brown llegó a 22 tantos para Dallas.

Los Celtics, que cayeron dos años atrás en las Finales ante los Warriors, impusieron su mayor experiencia ante unos Dallas que son el invitado inesperado al gran escenario. El equipo terminó en el quinto puesto de la Conferencia Oeste.

Doncic, que promedia casi 9 asistencias por partido en esta postemporada, apenas repartió una frente a Boston ante la poca efectividad de sus compañeros. En especial de Irving (6-19 en tiros de campo), que fue recibido con enormes abucheos por su exafición.

«Es básquet al final del día. En este punto de mi carrera estoy acostumbrado a este ambiente. Ha sido lo mismo durante los últimos años. Pensé que iba a ser más ruidoso», sostuvo Irving, que en 2019 protagonizó una controvertida marcha de Boston hacia los Brooklyn Nets.

Los Mavericks protagonizaron un amago de remontada al acercarse a ocho puntos (72-64) a mediados del tercer cuarto pero los Celtics resistieron la presión gracias a su acierto desde la línea exterior. Tuvieron un total de 16 triples anotados de 42 intentos (38,1%), por apenas 7 de 27 (25,9%) de su rival.

La venganza de Porzingis

Las Finales se pusieron en marcha en medio de una vibrante atmósfera en el TD Garden, donde se encontraba en primera fila el español Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, luciendo un suéter del equipo local.

Tras unos primeros cinco minutos igualados, el partido dio un vuelco con el ingreso en la cancha de Porzingis por el veterano pívot dominicano Al Horford (10 puntos y 7 rebotes).

Ultramotivado, el pívot letón no tardó en pedir la pelota y en hacer daño en ambos lados de la pista a los Mavericks. El equipo lo traspasó a los Wizards en 2022 después de tres decepcionantes cursos en los que sostuvo una envenenada relación con Doncic.

En apenas cuatro minutos, Porzingis encadenó 8 puntos seguidos para los Celtics que permitieron el primer estirón de los locales sin necesidad de Tatum. Este último tardó 10 minutos en anotar su primera canasta.

Porzingis, que no exhibió ninguna huella de su inactividad, terminó con 18 puntos la primera mitad, en la que Boston dominaba por un contundente 63-42.

«No era ideal estar de baja por un tiempo tan largo pero hice todo lo que pude para prepararme mentalmente para este momento. Valió la pena», declaró este pívot de 2,18 metros de altura, que no jugaba desde la primera ronda de playoffs ante Miami.

«El apoyo del público fue irreal. La adrenalina corría por mis venas y eso claramente ayuda», agradeció Porzingis, el gran refuerzo de los Celtics de esta temporada junto a Jrue Holiday.

A la vuelta del vestuario llegó el intento de reacción de Dallas en el único tramo en el que Irving dio señales de vida.

Los Mavericks se acercaron a ocho puntos a cuatro minutos del final del tercer cuarto. El propio Porzingis frenó el ascenso con un triple que desencadenó una racha de 14-0 para los locales que zanjó el choque.

A cinco minutos del final, el técnico Jason Kidd retiró a los titulares de los Mavericks de cara al segundo juego del domingo de nuevo en Boston.


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