El español Carlos Sainz, de Ferrari, venció el domingo el Gran Premio de Australia de Fórmula 1, en una carrera en la que el triple campeón mundial Max Verstappen tuvo que retirarse por un problema mecánico.
Sainz, quien dos semanas atrás se sometió a una cirugía por apendicitis, terminó la carrera 2,3 segundos antes que su compañero de equipo, Charles Leclerc, mientras que Lando Norris, de McLaren, quedó tercero.
«Ha sido una carrera muy buena, físicamente no ha sido la más fácil, pero he estado en gran parte solo, así que he podido gestionar el ritmo, gestionar los neumáticos», declaró Sainz.
En el circuito Albert Park de Melbourne, la jornada fue desastrosa para Verstappen, apodado «Mad Max», que no pudo lograr una décima victoria consecutiva.
Verstappen tuvo que salir de su vehículo humeante después de ser rebasado por Sainz en la segunda vuelta.
«Tengo humo, humo azul, fuego, fuego», dijo en la radio del equipo antes de abandonar la carrera, tras lo que parecía ser un problema con el freno trasero.
«En cuanto se apagó el semáforo de largada, el freno derecho se bloqueó, así que el vehículo era difícil de conducir desde el principio», explicó «Mad Max», que llevaba 43 Grandes Premios sin abandonar.
El piloto neerlandés sigue liderando el campeonato mundial, pero Charles Leclerc subió al segundo lugar a solo cuatro puntos, 51 puntos frente a 47.
También fue una mala carrera para Lewis Hamilton y su Mercedes. El británico, siete veces campeón mundial, sufrió un fallo de motor en la vuelta 17.
Doblete para Ferrari
Como en Singapur en septiembre del año pasado, donde puso fin a la primera serie de 10 victorias de Verstappen, a Carlos Sainz, operado de apendicitis hace 15 días, no le tembló el pulso y logró en Australia su tercera victoria en F1, después de Singapur en 2023 y Silverstone en 2022.
Ganando por delante de Leclerc, el dúo dio a Ferrari su primer doblete desde el Gran Premio de Bahréin de 2022.
«Se siente bien, especialmente para el equipo», dijo Leclerc, que terminó por delante del británico Lando Norris, tercero al volante de un McLaren.
El otro piloto de McLaren, el australiano Oscar Piastri, se clasificó cuarto de una carrera marcada por el impresionante accidente del británico George Russell de la escudería Mercedes.
Cuando circulaba justo por detrás del español Fernando Alonso, Russell chocó contra un muro antes de acabar en el lado izquierdo de su monoplaza, que quedó parado en mitad de la pista.
Fue un accidente sin consecuencias físicas para el piloto, pero que redondeó un GP para olvidar para Mercedes.
Antes, el siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton, que se espera que sustituya a Sainz en Ferrari el año que viene, tuvo que abandonar por un problema de motor.
Pérez, anónimo
Alonso, por su parte, acabó en la sexta plaza, por detrás del mexicano Sergio Pérez, pero fue sancionado con 20 segundos por «conducción peligrosa» en el accidente de Russell y retrocedió al octavo puesto.
El quinto puesto de «Checo» Pérez y los 10 puntos sumados para su equipo en la clasificación de constructores no ocultan un fin de semana decepcionante para Red Bull, que había comenzado la temporada con dobletes en Sakhir y Yedá.
«No teníamos un buen equilibrio en el vehículo», declaró el mexicano, que pasó de puntillas por el Gran Premio. «Fue un poco modo supervivencia con la degradación (de los neumáticos) que teníamos y no estuvimos a la altura ni de Ferrari ni de McLaren», añadió Checo.
Pérez también justificó su pobre carrera con «la sanción en la parrilla». Tercero en la clasificación el sábado, el mexicano recibió una penalización de tres puestos por haber molestado al alemán Nico Hülkenberg.
En la clasificación del Mundial, el líder sigue siendo Verstappen con 51 puntos, cuatro más que Leclerc (47), que supera en la clasificación a Pérez (46), mientras que Sainz es cuarto (40).