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¿Racismo en Boston?

Una decisión administrativa desata pasiones en la ciudad de los Medias Rojas

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Hace ya medio siglo que Martin Luther King fue asesinado en medio de su empeño por lograr Derechos Civiles, y en lo posible abolir la discriminación racial, para los negros en Estados Unidos. La situación no ha cambiado tanto como soñó King, y tal vez por ello, días atrás la ciudad de Boston aprobó en principio cambiar el nombre de la avenida que rodea el estadio Fenway, Yawkey Way por Jersey Street.

Tom Yawkey fue el propietario de los Medias Rojas desde 1918, y a su muerte en 1977, fue homenajeado dándole su nombre a la calle aledaña al parque. Sin embargo, la Comisión de Mejoras Públicas de la metrópoli, decidió quitarlo, alegando que Yawkey era un racista. Gran paradoja esta, al considerar que si existe una muestra tangible en contra de la discriminación, es el beisbol de las Grandes Ligas.

El prejuicio que señala a Yawkey y en extensión a los Medias Rojas, se remonta a 1959. Fue entonces cuando el conjunto se convirtió en el último de los dieciseís que convivían en la gran carpa, en contar con un afrodescendiente en su nómina, desde que los Dodgers de Brooklyn fueron los primeros en 1947 con el segunda base Jackie Robinson. El infielder Pumpsie Green fue el elegido para tratar de borrar el supuesto escrúpulo racial.

“Para mi no está muy claro el racismo por parte de Yawkey”, advierte Jaime Márquez, fanático venezolano del Boston y erudito en la historia centenaria de los Medias Rojas. “Yawkey también persiguió la firma de Jackie Robinson en los años 40, que finalmente lograron los Dodgers gracias a la audacia de su gerente general, Branch Rickey. Doce años después, con Ted Williams la super estrella del equipo sumido en la peor temporada de su carrera, y los Bruins el equipo de hockey de la ciudad con el primer negro en su liga, los Medias Rojas experimentaron el tener finalmente que contar con su primer pelotero negro».

Antes de Green ser convocado desde las ligas menores, los fanáticos pasaron días protestando en los alrededores del Fenway Park, exigiendo que lo llamaran a las ligas mayores. Un infielder de 25 años de edad que bateaba a las dos manos, Green estuvo en Boston hasta 1962 y vivió su mejor campaña en 1960 al concluir con un promedio ofensivo de .242 en en 133 juegos. Su paso por las grandes ligas concluyó en 1963 después de aparecer en 17 encuentros con los Mets de Nueva York.

Entre Robinson y Green en 1959, fueron pioneros afrodescendientes, el jardinero Larry Doby con los Indios y el camarero Hank Thompson con los Carmelitas, ambos en 1947. El mismo Thompson con los Gigantes en 1949. El outfielder Sam Jethroe con los Bravos en 1950 y el jardinero Sam Hairston en 1951 con los Medias Blancas. En 1953, el campocorto Ernie Banks con los Cachorros y el pitcher Bob Trice con los Atléticos. En 1954, el infielder Curt Roberts con los Piratas, el cátcher cubano Carlos Paula con los Senadores. el primera base Tom Alston con los Cardenales y el outfielder cubano Nino Escalera con los Rojos. El receptor Elston Howard con los Yanquis en 1955, el tercera base John Kennedy con los Filis en 1957, y el utility dominicano Oswaldo Virgil con los Tigres en 1958.

Si hay un caso manifiesto de racismo es el de los Yanquis. Ciertamente no existía ni existe una disposición que obligue a contratar a un afrodescendiente, pero en 1954 era obvio que había alguien listo para ascender a la gran carpa, Víctor Pellot Power.

Era negro y puertorriqueño. En su tercer año en las granjas, Power encabezó a la Asociación Americana AAA en bateo con .349 y 217 imparables, más 93 empujadas y 16 jonrones.. No fue suficiente.

«Tal vez pueda jugar en las grandes ligas, pero no con nosotros», asomó sin discreción alguna George Weiss, gerente general de los Yanquis. «Es imprudente y sale con mujeres blancas. No tiene el tipo para ser un pelotero de los Yanquis. Nuestros scouts reportan que es un buen bateador pero pobre en la defensa. También dicen que Elston Howard tiene más chance de hacer el equipo».

A finales de 1953, Nueva York cambió a Power a los Atléticos. Estuvo en las grandes ligas hasta 1965 y ganó siete Guantes de Oro como el mejor primera base de la Liga Americana.

Para ser justos con los Medias Rojas, desde el ingreso de Green exhiben un numeroso y notable catálogo de afrodescendientes, latinoamericanos y estadounidenses, como los toleteros Jim Rice y David Ortiz, Manny Ramírez y Andre Dawson, George Scott y Don Baylor, Orlando Cepeda y Mo Vaughn, Dave y Rickey Henderson, y hasta el cátcher Elston Howard, como asimismo los lanzadores Luis Tiant, Pedro Martínez y Ugueth Urbina. 

«El puente de acceso al Fenway Park lo acaban de bautizar con el nombre de David Ortiz», recuerda Jaime Márquez. “Es un orgullo para nosotros los latinoamericanos, y el proyecto que se discute en este momento entre las autoridades de Boston, es cambiar el nombre de la calle Yawkey por el de David Ortiz”.

Quizá, Martin Luther King se sienta reivindicado.

El Dato

A ratos esta temporada, la alineación de los Medias Rojas exhibe hasta siete peloteros afrodescendientes

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