Un suspiro profundo y largo. De esos que denotan cierta calma, probablemente fue el que realizaron en el seno de la organización de los Bravos de Atlanta luego de ver los resultados de la prueba de rayos x a la que fue sometido el principal prospecto del equipo, el venezolano Ronald Acuña jr.
Y es que los estudios revelaron que el litoralense tan solo sufrió un leve esguince y una contusión en la rodilla izquierda, además de un golpe en la parte inferior de la espalda tras la aparatosa caída que sufrió en el encuentro del domingo frente a los Medias Rojas de Boston, lo que lo llevó a ser inscrito en la lista de incapacitados de 10 días.
En la acción que presenciaron todos los asistentes en el Fenway Park, así como en las imágenes que se vieron a través de los diferentes medios de comunicación audiovisuales, el movimiento de la rodilla de Acuña jr fue tan brusco y contundente que por momentos pareció que se trataba de una lesión mayor. De hecho, estuvo por un largo tiempo tendido sobre el terreno mientras era atendido por el cuerpo médico de los “tomahawks”, aunque al final se retiró por sus propios medios.
Por suerte, tanto para Atlanta, como para los venezolanos, no se trató de una rotura de ligamentos o fractura, como se temió por algunos pasajes y el talentoso toletero estará de vuelta tan pronto como logres su recuperación.
La temporada de Acuña jr, si bien en promedio no estaba siendo superlativa al dejar .265 en 29 desafíos, ya había tenido la oportunidad suficiente de exhibir las cinco herramientas que lo caracterizan, con un total de cinco vuelacercas, siete doble, 13 carreras impulsadas y un par de bases robadas.
La ausencia de Acuña lr será una baja sensible para los Bravos, que se aferran al liderato de la División Este de la Liga Nacional.
En espera. Uno que por el contrario más bien está cerca de abandonar el listado de los inhabilitados por lesión, es el estelar primera base de los Tigres de Detroit, Miguel Cabrera.
El maracayero tenía previsto ser activado ayer por los felinos, pero no ocurrió así porque el cuerpo técnico decidió darle por lo menos un día más de descanso y no apresurar su regreso.
Antes del juego de ayer entre los Tigres contra los Angelinos, Cabrera realizó algunos ejercicios y corrió las almohadillas, para probar su lastimado tendón de la corva y el manager Ron Gardenhire decidió dejarlo fuera.
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