Implacable. Así se exhibió el conjunto Guaros de Lara por segunda noche corrida en el Domo Bolivariano con una soberbia ofensiva que comandó el ex NBA Nate Robinson y que dejó sin opciones a los todavía campeones de la LPB, Cocodrilos de Caracas, que cayeron 110-92.
Los crepusculares quieren devolver el golpe propinado por los capitalinos en la temporada anterior, en la que fueron barridos en la misma instancia, y ya tienen la mitad del trabajo hecho, pues aventajan la serie 2-0 y viajarán a Caracas en búsqueda de finiquitarla.
Los saurios fueron claros dominantes en la ronda regular, tanto en su casa como de visitantes; sin embargo, en esta postemporada no han podido trasladar ese éxito y suman cinco derrotas en la carretera en el mismo número de juegos.
El esfuerzo hecho por los dirigidos por Néstor Salazar durante toda la eliminatoria parece estarle pasando factura, sobre todo a nivel defensivo. De los cinco descalabros que contabilizan en estos playoffs, en tres el rival ha sobrepasado el centenar de puntos.
En Barquisimeto tuvieron a Robinson como su principal enemigo. El ex NBA sacó su mejor versión y estuvo indetenible, tanto que en la segunda mitad del juego de ayer anotó 22 de sus 26 unidades.
Cocodrilos estuvo todo el partido intentando remontar; de hecho, llegaron a ponerse a seis puntos por detrás a penas arrancando el último cuarto. Aunque Guillermo Vecchio solicitó un descuento de tiempo, reacomodó sus filas y pulverizó cualquier amenaza de la visita.
El lunes en el PNU se reanudarán las acciones de esta final occidental.
Fuera de carrera
El novato de Marinos de Anzoátegui Michael Carrera fue suspendido por un encuentro y recibió una multa como consecuencia de la conducta antideportiva que tuvo en el segundo juego de la final de la Conferencia Oriental contra Guaiqueríes de Margarita.