El escolta argentino Manu Ginóbili, de los Spurs de San Antoonio, sigue siendo el gran referente en la NBA del baloncesto latinoamericano.
Ginóbili, un futuro miembro del Salón de la Fama, es el símbolo de América Latina en el baloncesto estadounidense. A sus 40 años de edad, disputará la decimosexta temporada con el equipo de San Antonio.
Pero los ojos de Latinoamérica también estarán puestos en el pívot de 2,13 metros de estatura Karl-Anthony Towns Cruz, de los Timberwolves de Minnesota. El dominicano-estadounidense, de 21 años de edad,es la figura a seguir en esta temporada, su tercera en la NBA.
Towns Cruz ya ha sido catalogado por los gerentes generales de los equipos de la NBA como el jugador que tiene el mayor potencial para construir una franquicia ganadora.
Su compatriota, el pívot Al Horford, de 31 años de edad, quien comenzará la undécima temporada como jugador profesional, será clave en los Celtics de Boston, donde tendrá como nuevos compañeros al base Kyrie Irving y al alero Gordon Hayward.
Mientras que por Brasil, los pivotes Nené Hilario y Cristiano Felicio están llamados a ser importantes como reservas en los Rockets de Houston y los Bulls de Chicago, respectivamente. Sus compatriotas, el pívot Lucas Nogueira y el alero Bruno Caboclo, esperan seguir creciendo también desde el banquillo de los Raptors de Toronto.
Por Puerto Rico, el experimentado base José Juan Barea, de 33 años de edad, seguirá una temporada más con los Mavericks de Dallas, donde ha llegado su compatriota, el escolta novato Gian Clavell, de 23 años, quien lucha por hacer el equipo.
El mismo objetivo que tiene el joven alero argentino Nicolás Brussino, que ahora está con los Hawks, después de haber jugado su temporada de novato con los Mavericks.
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