Gianna Bryant, que falleció este domingo junto con su padre Kobe Bryant en un accidente aéreo, era una joven de 13 años de edad que apuntaba a continuar con el legado de la Mamba Negra.
La hija del icónico jugador de los Lakers era la indicada, para el mismo Kobe, para continuar con la dinastía en las canchas de baloncesto.
“Siempre me decían ‘tienes que tener un varón, tienes que tener a alguien que siga con tu tradición, tu legado’. Y ella me dice: ‘Yo me encargo”, expresó el dorsal 24 de los Lakers.
Gianna Bryant heredó el trabajo arduo del padre. Lo acompañó en cada entrenamiento, en cada viaje, se ejercitaban en el gimnasio de su casa y la Mamba era quien entrenaba su equipo de baloncesto del colegio.
En 2019 cofesó a Los Ángeles Times que amaba de su hija la curiosidad que ella sentía por el juego.
“Lo que amo de Gigi es su curiosidad por el juego, es muy curiosa. En situaciones complejas durante un partido, ella tiene la capacidad de parar un momento y venir a hacerme una pregunta muy precisa, algo que no es común”, dijo.
Entre los planes de la adolescente estaba formar parte del quinteto de la Universidad de Connecticut, que es de las mejores en baloncesto, para continuar su paso para la WNBA.
Derek Fisher, ex compañero de equipo de Kobe, confesó que ambos tenían «la misma forma de actuar y la misma personalidad”.
La Mambita, apodo que le otorgaron por el padre, cumpliría los 14 años de edad el primero de mayo.