Recién aterrizado en un banquillo de la grandeza y la exigencia de la historia del Manchester United, Ruben Amorim estrenó el desafío más grande de su carrera con un empate decepcionante contra el Ipswich y con el portero André Onana como el mejor de su equipo, pese a que al minuto y 21 segundos ganaba por 0-1.
Ni siquiera tal marcador a favor, tan rápido, en casa del penúltimo de la clasificación, iluminó a los ‘Diablos Rojos’. Ganador de tres de sus cuatro encuentros en la transición de Ruud Van Nistelrooy, de nuevo el equipo se estrelló contra su propio presente entre las expectativas que despertó dentro y fuera del equipo la llegada del técnico portugués.
Necesita tiempo Amorim. El empate, lejos de lo esperado, incluso con menos ocasiones de las que dispuso su adversario, no es aún un baremo apreciable, dentro de la construcción y el reencuentro que pretende el United. Precisamente por eso, el conjunto recurrió al ya extécnico del Sporting de Lisboa, a la espera de adversarios mucho más complejos (el Ipswich logró nada más 8 de los 33 puntos disputados anteriores, con apenas una victoria), pero también del rodaje necesario que implica un cambio de entrenador una vez comenzado el curso.
Amorim estuvo inquieto todo el rato en torno a su banquillo, incluso después del gol tan pronto a su favor, formado su once con tres centrales y variaciones visibles en el sistema. El partido transmitió de forma nítida todo el trabajo que tiene por delante en su nuevo equipo, que viaja por una posición menor en la tabla, duodécimo, pero a ‘sólo’ a 6 puntos de las plazas de la Liga de Campeones, pese a que ha ganado nada más cuatro de sus doce duelos.
Manchester United vs Ipswich
El 0-1 lo puso todo a favor. En un minuto y 21 segundos, en la primera ocasión, en el primer avance, Amad Diallo se fue de todos los que salieron a su paso hasta los últimos metros, cuando centró al área para el remate de Marcus Rashford, que se adelantó a todos. Principalmente, al portero Muric, que no se enteró de nada cuando esperaba atraparla.
🚨🗣️ – Ruben Amorim:
«We have TWO ways. We forget about the new idea and try to cope so next year we have the same problem.»
«Or we start NOW, risk a little bit, suffer a little bit and in the next year we will be better at this point.»
THIS QUOTE!!pic.twitter.com/knsqy5S8M3
— Frank🧠🇵🇹 (fan) (@AmorimEra_) November 25, 2024
No le bastó al United. Desaparecido después en ataque, sometido por el Ipswich, Onana fue el único argumento que lo sostuvo en ventaja en el marcador hasta el minuto 43, cuando ya no pudo hacer nada con el zurdazo de Hutchinson. El toque en la cabeza de Mazraoui hizo imposible la estirada del guardameta, que, hasta entonces y también después, fue el mejor del inicio del nuevo proyecto de Amorim. Un protagonista descriptivo de su estreno.
Porque antes del 1-1 sacó una mano prodigiosa a un remate de Delap (aplaudía Amorim en su banquillo ante tal intervención de su guardameta) y porque después elevó aún más el nivel con la forma con la que negó el 2-1 al delantero del Ipswich Town, cuyo taconazo fue repelido por el cancerbero. También es cierto que Muric frustró una ocasión a Garnacho.
Nada decidido, todo abierto, ya sin ocasiones apenas en ambos lados, Amorim dobló la apuesta ofensiva, con la entrada al campo de dos delanteros, Hojlund y Zirkzee, para desatascar un encuentro incierto. Con 72% de posesión en todo ese recorrido del segundo tiempo, el United sólo lanzó dos tiros. El siguiente, ya en el minuto 78, fue una falta directa fuera de Bruno Fernandes. La última parada, en cambio, fue de Onana.