Debido a la pandemia y a los problemas de calendario, los equipos clasificados para la Eurocopa pueden convocar hasta 26 jugadores, en lugar de los 23 habituales. Aunque esto les ofrece más opciones, supone nuevos problemas para gestionar el efectivo y los egos.
La decisión de la UEFA de autorizar estas listas ampliadas está también ligada a los riesgos de contagio del covid-19. Las cuarentenas, además, amenazan con reducir los efectivos y afectar a la gran cita europea, programada del 11 de junio al 11 de julio.
Además, desde que regresó el fútbol en 2020 tras varios meses parado por la pandemia, las instancias dirigentes permiten normalmente cinco cambios en lugar de tres durante cada partido.
Conflictos internos
Se tratan de reglas especiales sobre los jugadores que seguirán vigentes en la Eurocopa para garantizar el buen desarrollo de la competición durante la pandemia, precisó la UEFA.
La ampliación a 26 jugadores es el primer cambio desde que las listas pasaron de 22 a 23 jugadores en la Copa de las Confederaciones 2001 de la Eurocopa. La medida fue bien recibida por los seleccionadores, especialmente por lo de los grandes equipos, que se ven favorecidos de contar con un banquillo más amplio.
«Alargar las listas permite responder al riesgo de lesiones de jugadores en una temporada cargada debido al covid-19», señaló el técnico español de Bélgica Roberto Martínez.
Pero la ampliación de las listas puede provocar conflictos internos. Para los seleccionadores será más delicada la gestión del equipo, al tener que dejar a tres jugadores en las gradas, en lugar de tener a todos sus futbolistas en el banquillo.
«Nuestro objetivo, sobre todo cuando estamos en una gran competición, es no perder a nadie», señaló a finales de mayo el seleccionador francés Didier Deschamps.
«El primer día todos están contentos. Después están los partidos de preparación, la competición… Hay que dar tanto o más a los que juegan poco o no juegan», añadió el campeón del mundo en 2018.
Los convocados en un principio están orgullosos de formar parte de la aventura. Pero para algunos consistirá principalmente en un paso por la grada y el banquillo.
España, solo 24 jugadores
«Forma parte del juego, sabemos que tres jugadores no estarán en la convocatoria», resumió el joven francés Jules Koundé, debutante, que asegura no pensar demasiado en esta cuestión.
«El objetivo es estar en la convocatoria. Soy alguien ambicioso y vengo con el objetivo de no quedarme en la grada», añadió el jugador del Sevilla, que debutó en la preparación de Francia ante Gales (triunfo 3-0).
A algunos seleccionadores no les termina de convencer la ampliación de jugadores, como el inglés Gareth Southgate, que considera que elegir 23 jugadores ya es una competición.
En cuanto al seleccionador español Luis Enrique, ha preferido llamar a 24 jugadores, dejando fuera a su capitán Sergio Ramos, lastrado por las lesiones esta temporada.
«Damos mucha importancia a que los jugadores tengan el sentimiento de estar todos en la convocatoria», explicó el antiguo entrenador del Barcelona.
«En el precedente torneo, constatamos que utilizamos habitualmente 18 o 19 jugadores. No habrá nadie en la grada y entrenaremos con menos gente», argumentó.
Todo esto lo dijo antes del anuncio, el domingo, del positivo de su capitán para el torneo, Sergio Busquets, al que siguió el de Diego Llorente. Esto recuerda la fragilidad de la situación sanitaria y abre varias interrogantes en la Roja.
El resto del equipo dio negativo en las pruebas de coronavirus, pero su día a día va a verse completamente remodelado en su camino a la Eurocopa, mientras sobrevuela la incertidumbre sobre si podrían salir más positivos en los próximos días.
La Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde España tiene su campo base a una veintena de kilómetros al noroeste de Madrid, ha quedado cerrado y la Roja aislada, a una semana de que comience el torneo.