El magnate ruso Roman Abramovich y el equipo inglés Chelsea FC han encontrado comprador: un consorcio dirigido por el estadounidense Todd Boehly. Este es un copropietario del club de beisbol Los Angeles Dodgers, hizo una oferta colosal por unos 5.200 millones de dólares, una cifra inédita en las transacciones de clubes de fútbol.
«El Chelsea FC puede confirmar que se han acordado los términos» para que «un nuevo grupo de propiedad, liderado por Todd Boehly», adquiera el club por una cantidad de 4.250 millones de libras, señaló en un comunicado.
«Se espera que la venta esté completada a finales de mayo, sujeta a todas las aprobaciones regulatorias necesarias», añadió el club londinense.
La venta pondrá fin a 19 años de era Abramovich, cercano al Kremlin, que compró el Chelsea por 140 millones de libras. Y, a golpe de talonario, ha llevado al club londinense a ganar cinco títulos de la Premier League y dos Ligas de Campeones (2012, 2021).
El magnate puso el club a la venta en marzo, poco después de ser objeto de las sanciones del gobierno británico tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Insistiendo en que no reclamaría el reembolso de los préstamos contraídos por el club en estos 19 años. Además, que todos los beneficios de la operación se destinarían a las víctimas de la guerra.
Tras un largo proceso de negociación con varios grupos, Boehly y sus socios resultaron escogidos por parte del grupo Raine. Este es un banco neoyorquino encargado del proceso de venta de los últimos vencedores de la Liga de Campeones.
Abramovich cederá el Chelsea por más de 5.000 millones de dólares, una cifra récord
Además de Boehly, el grupo está integrado por el copropietario de los Dodger, Mark Walter, el millonario suizo Hansjorg Wyss y la firma de inversión estadounidense Clearlake Capital.
«Del total de la inversión realizada, 2.500 millones de libras (3.000 millones de dólares) se destinarán a comprar las acciones del club. Dichos ingresos se depositarán en una cuenta bancaria británica congelada con la intención de dar el 100% a causas caritativas como confirmó Roman Abramovich», indicó el Chelsea.
«Se necesitará la aprobación del gobierno británico para transferir estos ingresos desde la cuenta bancaria británica congelada», añadió.
Además, los nuevos propietarios se comprometen a una inversión de 1.750 millones de libras (unos 2.200 millones de dólares) para beneficio del club.
Fin de la era Abramovich
La oficialización de la compra del Chelsea es un balón de oxígeno para la formación inglesa, preocupada por el tiempo que llevó concretar la venta. A la espera de que se clarificara su futuro, el club londinense se vio forzado a operar con una licencia especial del gobierno. Esto luego de que Abramovich resultara sancionado por Reino Unido y la Unión Europea por sus vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin.
La situación generó temores sobre el futuro del club si no era vendido antes del 31 de mayo, cuando expira la licencia especial del gobierno británico.
De acuerdo con sus términos, el Chelsea no podía prorrogar contratos a sus actuales jugadores ni realizar nuevos fichajes.
Estos problemas extradeportivos parecen haber repercutido en el césped. El club quedó eliminado en cuartos de la Champions ante el Real Madrid y sufrió reveses inesperados en la Premier donde todavía deben asegurar su lugar entre los cuatro primeros.