Uno de los temas de mayor relevancia de la gastroenterología actual está vinculado con la microbiota. “No se trata de una moda, es un avance científico trascendental para la historia de la Medicina”. Así lo afirma la doctora Carla Días, presidente de la Sociedad Venezolana de Gastroenterología, y este será uno de los temas a tratar en el encuentro nacional de esta especialidad la primera semana de septiembre en Caracas.
La microbiota es un complejo conjunto de bacterias, hongos, arqueas, virus y parásitos que habitan el organismo. Se ha demostrado que cumple funciones metabólicas y biológicas que las células humanas no pueden realizar.
“Sabemos que una microbiota sana permite mantener un mejor estado de salud. Por el contrario, un desequilibrio bacteriano, conocido como disbiosis, causa múltiples síntomas digestivos -diarrea, distensión abdominal, flatulencias, estreñimiento crónico, colon irritable, entre otros-. Además, puede producir trastornos musculares, inflamación articular, fatiga, cefalea y hasta irritabilidad y problemas de sueño”.
Microbiota, a tener en cuenta
Según explica Días, entre los factores que modifican la microbiota en los niños se encuentran: la edad gestacional, si el parto fue vaginal o por cesárea y el uso de fórmulas o lactancia humana exclusiva. Así mismo, el uso de antibióticos y la necesidad de hospitalización. En adultos se ve afectada por viajes, tratamientos médicos, enfermedades y, por supuesto, la alimentación.
Por último, en mayores de 70 años se observa que los cambios de estilos de vida y nutricionales propios de esa edad. Por ejemplo, la polimedicación, el incremento de la susceptibilidad a infecciones y enfermedades inflamatorias, pueden causar disbiosis, es decir, el desequilibrio bacteriano de la microbiota.
Los avances científicos permiten realizar estudios para determinar el perfil de disbiosis de cada individuo para poder indicar el tratamiento probiótico adecuado. “Los probióticos como el Bacillus clausii y el Saccharomyces boulardii son organismos vivos que restablecen el funcionamiento óptimo del sistema digestivo y juegan un papel fundamental en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Es importante comprender que estos agentes constituyen el alimento de la flora intestinal y que combinados con prebióticos (fibra que nutre a la microbiota), ayudan a restablecer la salud en forma integral”, concluye Días.