Las mujeres no están suficientemente representadas en los estudios médicos que se usan para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades pulmonares. Además, no se tiene en cuenta cómo las dosis de ciertos fármacos les afectan, según señala la Sociedad Austríaca de Neumología (ÖGP).
Así lo ha advertido la secretaria general de ÖGP en una rueda de prensa en la que ha señalado que la investigación médica debería prestar más atención a las diferencias de sexo.
En dolencias como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma o la hipertensión pulmonar, hombres y mujeres muestran diferentes síntomas. Asimismo, requieren tratamientos distintos, destacó la experta.
Por ejemplo, la EPOC generalmente se asocia a hombres mayores fumadores. No obstante, ambos sexos se ven afectados por esta enfermedad, solo que se manifiesta de forma difrerente. «Mientras los hombres tosen, las mujeres muestran cansancio y agotamiento», señaló Löffler-Ragg.
Mujeres y tratamientos
Debido a esto, los hombres son diagnosticados con más prontitud por la evidencia de sus síntomas.
En cuanto a la hipertensión pulmonar, es más común en mujeres pero más grave en el caso de los hombres.
Löffler-Ragg destacó también la importancia de investigar «las pequeñas diferencias, que a menudo tienen un gran impacto», pues todavía se presta muy poca atención a cómo el sexo, la anatomía o el contexto psicológico y social afectan la salud.
«En gran medida se ignora cómo actúan los medicamentos y sus dosis en las mujeres», afirmó Löffler-Ragg.
El asma se observa con más frecuencia en las mujeres y depende a menudo de las fases hormonales de la vida, como la pubertad, el embarazo y la menopausia, recordó la médica, quien añadió que «si se tuvieran en cuenta esos aspectos, se obtendría una visión más amplia de las enfermedades».
Por eso, la ÖGP incluirá por primera vez en su asamblea anual, que se celebra la semana que viene, una sesión sobre la investigación y la sensibilización en materia de género.