Una pareja que intentó ponerse a salvo de la erupción del volcán Vesubio hace casi 2.000 años terminó atrapada sin salida en una pequeña habitación.
Científicos encontraron los restos del hombre y la mujer, que tenían a su lado un pequeño tesoro, en una excavación arqueológica. Los hallazgos fueron revelados esta semana.
Según las investigaciones publicadas en el E-Journal of the Pompeii Excavations, la vivienda donde estaba la pareja tenía un pequeño cubículo que estaba siendo usando como dormitorio mientras se realizaba una reforma en el resto de la casa.
Cuando empezó la erupción del Vesubio, en el año 79 d.C., el hombre y la mujer se refugiaron en el pequeño dormitorio mientras la lluvia de ceniza y material volcánico caía en el exterior.
Pero en un momento, las piedras volcánicas terminaron por bloquear la única puerta disponible.
«Atrapados en la pequeña y estrecha habitación, encontraron la muerte cuando los flujos piroclásticos les alcanzaron«, explicó el Parque Arqueológico de Pompeya en un comunicado.
La violenta erupción del Vesubio —ocurrida en una noche de agosto u octubre del año 79 d.C., algo que los científicos siguen debatiendo— tomó por sorpresa a las ciudades de Pompeya, Herculano y Estabia.
Cerca de 20.000 personas murieron, dejando sus restos enterrados desde entonces en esas ciudades del sur de Italia.
Monedas y joyas
En los trabajos de excavaciones recientes, los científicos dieron con la pequeña habitación donde yacía la pareja en la ínsula 10, uno de los sitios de exploración arqueológica de Pompeya.
La mujer fue encontrada sobre una cama, donde resguardaba «un pequeño tesoro con monedas de oro, plata y bronce», explicaron los investigadores.
También tenía algunas joyas, como pendientes de oro y perlas.
El cuerpo del hombre estaba tirado a los pies de la cama.
Fuera del pequeño dormitorio, los arqueólogos también encontraron pistas de cómo era aquella vivienda.
«Las huellas en la ceniza permitieron reconstruir el mobiliario e identificar su ubicación exacta en el momento de la erupción: una cama, un arcón, un candelabro de bronce y una mesa con tapa de mármol, con los muebles de bronce, cristal y cerámica aún en su sitio», indica la investigación.
Estos trabajos ayudan a los científicos a obtener «valiosísimos datos arqueológicos» sobre la vida cotidiana de los pompeyanos de la época, declaró el director del Parque Arqueológico, Gabriel Zuchtriegel.