CIENCIA

Cuáles son las enfermedades transmitidas por alimentos

por Avatar GDA | El Comercio | Perú

Según la Organización Mundial de la Salud, más de 200 enfermedades son causadas por el consumo de alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas. Aunque suelen presentarse como problemas gastrointestinales en la mayoría de casos, las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) abarcan una amplia gama de afecciones. Desde la diarrea hasta el cáncer, representan un alto riesgo para la salud de las personas, sobre todo hacia quienes no toman en cuenta las medidas preventivas.

Las ETA son bastante comunes en América Latina debido al calor y la idiosincrasia de la población. Es cierto que el covid-19 nos enseñó a lavarnos las manos, pero no todos llegaron a adquirir esa costumbre en su totalidad. La educación y la instauración de hábitos saludables, como lavarnos las manos antes de comer y después de ir al baño, pueden impedir la contaminación cruzada por alimentos. Es sumamente importante prevenir”, destacó la Dra. Mónica Ramírez, jefa de programas de salud de Sanitas.

¿Cuáles son las enfermedades transmitidas por alimentos?

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las ETA pueden clasificarse en infecciones, intoxicaciones o infecciones mediadas por toxina:

Las ETA pueden clasificarse en infecciones, intoxicaciones o infecciones mediadas por toxina, según la OPS.

“Dentro de esas categorías, hay varias afecciones, pero la más común es la enfermedad diarreica aguda, que se genera debido a las intoxicaciones alimentarias y la mala manipulación de los alimentos”, estableció la Dra. Ramírez. En el grupo de las patologías más frecuentes, también incluyó las siguientes:

Síntomas de una enfermedad transmitida por alimentos

La Dra. Ramírez hizo énfasis en que los síntomas pueden variar según cada afección. No obstante, existen algunas señales generales para la gran mayoría de casos.

“El paciente debe alarmarse cuando la diarrea va acompañada de vómitos, fiebre muy elevada, calambres abdominales e intolerancia total hacia los alimentos y bebidas. Asimismo, se incluyen las reacciones alérgicas en la piel, las cuales significan que los alimentos están liberando toxinas en nuestro cuerpo. Si el paciente es alérgico a alguna bebida o comida en específico, puede llegar a ser mortal para él o ella”, aseveró.

La fiebre, junto con las náuseas y el malestar estomacal, es uno de los principales síntomas de una ETA.

En el caso de la hepatitis, la experta indicó que, al tratarse de una enfermedad viral, presenta un período de incubación. Los primeros síntomas incluyen fiebre leve, malestar general, congestión y náuseas. Posteriormente, se manifiesta la inflamación del hígado, característica de esta afección, lo que conduce a la ictericia (coloración amarilla en la piel), heces de color extremadamente claro y orina de tonalidad muy oscura.

“Es preciso recalcar la importancia de prestar atención a estos síntomas. La intoxicación alimentaria podría tener consecuencias muy graves; al igual que la deshidratación severa. Por ejemplo, si la salmonelosis no llega a ser tratada, puede afectar notoriamente la salud del paciente. Lo mismo sucede con la triquina, enfermedad poco frecuente que deja un quiste cerebral, por lo que puede traer múltiples complicaciones”, sostuvo la experta.

¿Cómo prevenir las enfermedades transmitidas por alimentos?

“Las prácticas seguras de manipulación de alimentos son la forma más importante de prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. Quienes cosechan, manipulan y preparan alimentos deben estar atentos en cada etapa del proceso para evitar la contaminación”, comentó el Dr. Michael Roizen, experto en medicina preventiva y de bienestar de Cleveland Clinic.

El lado positivo es que todas las ETA son prevenibles, en palabras de Ramírez. Para lograrlo, se deben tener en cuenta ciertos hábitos y medidas de prevención, sobre todo en épocas de viajes y comidas al aire libre, como Semana Santa:

“Es vital tener en consideración que cualquier persona puede contraer intoxicaciones alimentarias, pero existen ciertos factores de riesgo que aumentan las posibilidades de enfermarse gravemente a causa de una ETA. Dentro del grupo más vulnerable, se encuentran las personas mayores de 65 años, los niños menores de 5 años, las mujeres embarazadas y los pacientes con un sistema inmunitario debilitado. En casos así, la prevención es aún más importante”, concluyó la Dra. Ana Ramos, directora médica de Pacífico Salud.