El celular se ha convertido en una de las herramientas más indispensables en la vida de las personas. Es por esta razón que, cuando ocurre alguna eventualidad que puede dañarlo o dejarlo totalmente inútil, se trata de solucionarlo por todos los medios, puesto que perder este dispositivo podría causar problemas.
Uno de los accidentes más comunes que le podrían pasar al celular es caer al agua, ya sea por descuido u otros factores. Pese a ser dispositivos electrónicos, los smartphones tienen un cierto grado de resistencia a este elemento conocido como IP (protección de ingreso, por sus siglas en inglés), un sistema que indica qué tan difícil es que ingrese agua u objetos sólidos como polvo al aparato.
Si bien esto varía entre equipos, ya que usualmente son los de gama alta los que poseen un mejor nivel de IP, si el celular cayó al agua, se debe tener en cuenta estas 5 recomendaciones:
1. Apagarlo de inmediato
Puede sonar un poco obvio, pero hay muchas personas que se olvidan de esta acción por la desesperación del momento. Incluso si el equipo se ha sumergido en agua, es probable que este continúe encendido, por lo que habrá que forzar el apagado. Se debe tratar de hacerlo de modo que no tenga que presionar algún botón, ya que si este sigue mojado, solo estaría metiendo más agua al teléfono. De no ser posible, hay que asegurarse de que el botón esté totalmente seco y mantenerlo presionado
2. Extraer todo lo extraíble
Una vez que el celular esté apagado, se debe sacar elementos como la tarjeta SIM o su microSD, en caso de tener una. Todo esto, para evitar más daños si la situación resulta ser más complicada de lo que aparenta. Es muy poco probable que se pueda retirar la batería fácilmente, ya que, en la actualidad, los fabricantes de smartphones mantienen este componente sellado en su interior sin alguna cubierta fácil de extraer. Pero, en caso de poder, también se debería hacer.
3. Secarlo, pero no de cualquier forma
Además de estos cinco puntos, se debe recordar que nunca se debe encender el equipo y mucho menos ponerlo a cargar sin cerciorarse antes de que está totalmente seco.
El siguiente paso es comenzar a secar el dispositivo, y es imperativo mencionar que no se debe usar una secadora de cabello, ponerlo bajo el sol o usar otra fuente de calor, ya que esto podría romper los sellos de goma de la pantalla y solo causaría más daños. En su lugar, se puede hacer lo siguiente: primero utilizar una toalla, paño o papel absorbente para secar los puertos y bordes del celular. Luego realizar movimientos suaves para ir drenando el agua que puede haber quedado en los puertos. Se debe evitar hacerlo bruscamente, ya que esto podría esparcir el agua del interior a otras partes y causar más problemas. Después de esto, se debe usar una lata de aire comprimido para ir secando algunas partes del celular. Finalmente, se usa un ventilador para secar los puertos con sumo cuidado y a una intensidad moderada.
4. El mito del arroz
Uno de los métodos más utilizados por las personas cuando su celular cae al agua es sumergirlo en un tazón de arroz crudo, ya que, según el mito, este absorbe el líquido del dispositivo. No obstante, diversos expertos en la fabricación y uso de smartphones como los técnicos de Gadget-Hacks o The Conversation han ido desestimándolo desde hace un tiempo. Existen agentes que pueden absorber el agua de forma más eficiente y sin chance de que pueda causar daños.
Lo que recomiendan los técnicos de estos portales es dejar el celular en el interior de un recipiente hermético lleno de paquetes de gel de sílice, los mismos que puede encontrar en cajas de zapatos o bolsos nuevos para absorber la humedad. También puede probar con otros elementos absorbentes, pero los paquetes de gel de sílice son los más óptimos.
5. Agua salada significa peligro para el celular
Si el celular cayó en agua salada, la situación se torna mucho más complicada, ya que la sal actúa como agente corrosivo para los circuitos internos del celular. Pese a que puede sonar descabellado, una alternativa podría ser usar agua del grifo para limpiar la sal o, mejor aún, limpiar los componentes electrónicos con un cepillo mojado con alcohol isopropílico.
Además de estos cinco puntos, se debe recordar que nunca se debe encender el equipo y mucho menos ponerlo a cargar sin cerciorarse antes de que esté totalmente seco. Fabricantes como Apple recomiendan esperar 5 horas como mínimo para volver a encender o cargarlo.