La multinacional estadounidense Apple respondió este martes a la querella de Epic Games con una contrademanda en la que le reclama una indemnización monetaria por los ingresos que ha dejado de percibir desde que el desarrollador estableció su propio mercado digital.
En la demanda presentada en los juzgados de Oakland (California, Estados Unidos) a la que tuvo acceso Efe, la firma alega que Epic Games «ignoró de forma flagrante» su compromiso contractual para «avanzar los intereses legítimos de su negocio», lo que implicó perjuicios para Apple.
Por ello pide al juez que obligue al desarrollador de videojuegos a pagar «daños compensatorios, punitivos, costos legales e intereses», así como una «restitución» de los ingresos obtenidos por Epic desde que empezó a vender servicios directamente a los clientes sin pasar por la App Store.
En la demanda, Apple llega a pronosticar que si no se toman medidas contra el creador del popular videojuego Fortnite, «su conducta amenaza la existencia misma del ecosistema (del sistema operativo para móviles) iOS y su tremendo valor para los consumidores».
La disputa entre ambas firmas viene de lejos, pero los hechos se aceleraron el pasado 13 de agosto, cuando Epic Games anunció que desde ese momento permitiría a los jugadores realizar compras accesorias dentro de la propia aplicación de Fortnite, al margen de la App Store.
Esto va contra la política impuesta por Apple en su tienda digital, pues si un usuario compra accesorios para el videojuego directamente a través de su aplicación, la firma que dirige Tim Cook cobra la comisión del 30% que se lleva por todas las transacciones que ocurran a través de la App Store.
Solo unas horas después de que Epic Games revelase que iba a permitir las compras desde la propia aplicación, Apple la retiró de la App Store y anunció que le iba a vetar el acceso a su maleta de desarrollo de software, ante lo cual el desarrollador presentó una demanda contra la empresa.
Apple, junto con Facebook, Google y Amazon, está en el punto de mira de investigaciones contra prácticas monopolísticas en Estados Unidos, y la App Store es, precisamente, el aspecto más delicado de todo su negocio en este sentido.