De la adversidad surge la oportunidad, dice el refrán. Para Whitney Wolfe Herd, eso significó tomar una salida difícil de la empresa de aplicaciones de citas en línea Tinder, a la que demandó por acoso sexual, y crear Bumble, su propia empresa rival centrada principalmente en las mujeres.
Casi una década y una fortuna de mil millones de dólares después, Wolfe Herd anunció esta semana que dejará el cargo de directora de Bumble.
Pero es un momento agridulce. En una entrevista con la BBC antes de hacer su anuncio, Wolfe Herd lamentó que, del grupo de mujeres jóvenes que surgieron en el sector tecnológico en la década de 2010 y del que ella hizo parte, no quedan muchas.
«Es decepcionante ver lo poco que han avanzado las mujeres», afirmó. «He visto la caída de lo que la gente llama ‘la era de las jefas’, cosa que es trágica».
Sin embargo, Bumble seguirá estando dirigida por una mujer: Lidiane Jones, exjefa de Slack, asumirá el cargo de directora ejecutiva, mientras que Wolfe Herd permanecerá en un cargo ejecutivo.
«Dinámica obsoleta»
A diferencia de otras aplicaciones en ese momento, el lanzamiento de Bumble en 2014 se centró en el empoderamiento femenino en el mundo de las citas. Las mujeres eran las que tenían que dar el “primer paso” con el envío del primer mensaje a una potencial nueva pareja.
«La dinámica de género de las citas y el romance me parecía tan anticuada. Pensé, ¿y si pudiera darle la vuelta a eso?», escribió Wolfe Herd en una publicación de 2020 sobre la conceptualización de la aplicación.
Menos de siete años después, Wolfe Herd se convertiría en la multimillonaria más joven del mundo.
Una campaña publicitaria de Bumble de 2017 animó a las mujeres a «ser la directora ejecutiva con la que tus padres siempre quisieron que te casaras (y luego encontrar a alguien que realmente te guste)».
Wolfe Herd presidió mesas redondas, creó eventos de networking y promovió a las mujeres en el mundo de los negocios.
Su Instagram la muestra con sus hijos pequeños en la sede de Bumble, en portadas de revistas o con celebridades como la estrella de Hollywood Reese Witherspoon.
«Realmente no veo mi vida como una división entre el trabajo y lo personal. Lo mezclo», le dijo recientemente a la BBC.
«Y puede que eso sea lo que me funcione a mí. Y no lo que le funcione a alguien más. Pero lo que sí te puedo decir es que es difícil».
Antes de Bumble
Wolfe Herd ha dicho que en el pasado su vida fue «bastante oscura».
Ha explicado que su ambición proviene de “relaciones abusivas»; haciendo referencia a un novio que tuvo cuando era adolescente (su exnovio ha negado todas las afirmaciones).
Poco después de dejar su puesto en Tinder, inició un proceso legal acusando a uno de los cofundadores, con quien había tenido una relación, de acoso sexual.
La empresa matriz de Tinder, Match Group, negó las acusaciones, pero pagó alrededor de US$1 millón para resolver la disputa.
«Estaba muy deprimida, estaba paranoica», dijo sobre ese momento, y le contó al podcast Diario de un CEO que no salió de casa durante tres semanas. Además, estuvo «bebiendo demasiado».
Ella dice que su ahora esposo, el heredero de una petrolera de Texas Michael Herd, la ayudó a salir adelante.
También contó con el apoyo del empresario ruso Andrey Andreev, fundador de la aplicación de citas Badoo.
Wolfe Herd no tenía intención de crear otra aplicación de citas, pero fue Andreev quien la convenció.
Volaron a Mikonos en el verano boreal de 2014 con algunos exempleados de Tinder y trabajaron en la idea.
A los pocos meses de dejar Tinder, con 25 años, Wolfe Herd lanzó Bumble. A los 31 años sería, al menos durante unos meses, multimillonaria.
Dando el primer paso
Al principio, la mayoría del personal de la empresa eran mujeres (algo poco común en el mundo de la tecnología) y su marca se basaba en el empoderamiento femenino.
La característica que definió a Bumble era que después de que dos personas hicieran match, las mujeres eran las primeras en enviar mensajes.
El sistema fue diseñado de esta manera para darles a las mujeres más control en el mundo de las citas en línea. Pero con el tiempo ha buscado volverse más inclusivo en cuanto al género, permitiendo que cualquiera pueda enviar un mensaje primero si los que hacen match son personas del mismo género o personas no binarias.
La aplicación prohíbe a los usuarios que se burlen o acosen a otros. Asimismo, al igual que otras aplicaciones de citas, usa inteligencia artificial para detectar fotos de desnudos enviadas en chats privados. Esto permite al destinatario elegir ver o bloquear las imágenes.
Pero no todo fue un camino de rosas.
En 2019, Andrey Andreev vendió su participación mayoritaria en la empresa matriz de Bumble y abandonó el negocio después de que una investigación de Forbes revelara acusaciones de un lugar de trabajo tóxico y misógino en la oficina de Londres.
Andreev negó las acusaciones en su contra. Wolfe Herd dijo en ese momento que nunca vio ningún comportamiento tóxico en la oficina y agregó: «Andrey siempre ha sido más que amable y respetuoso conmigo».
La base de usuarios de la aplicación creció y en 2021 tenía más de 40 millones de perfiles. Creó aplicaciones para la amistad (Bumble BFF) y para cimentar redes de negocios.
Posteriormente, Badoo se incorporó a su empresa matriz, Bumble Inc, y cuando salió a bolsa en febrero de 2021, Wolfe Herd se convirtió en multimillonaria de la noche a la mañana.
Tocó la campana del Nasdaq cargando a su hijo en brazos y con una cinta amarilla que caía en cascada a su alrededor.
En el momento, las acciones se cotizaban por unos US$75.
Pero en noviembre de ese año, valían menos de la mitad y Forbes informó que Wolfe Herd había perdido su condición de multimillonaria.
Ahora, a pesar de los crecientes ingresos y un aumento de usuarios que pagan por funciones adicionales, el precio de la acción está por debajo de los US$14.
Match Group, el rival de Bumble -dueño de Tinder y Hinge- también ha visto caer el precio de sus acciones en ese tiempo.
A lo mejor sea una señal de la dificultad inherente al negocio de las citas online: si las apps funcionan bien, la gente se empareja y dejan de ser clientes.
Si no funcionan bien, los usuarios pueden desilusionarse y eliminarlas.
El futuro de Bumble
Bumble ya utiliza IA para filtrar imágenes o mensajes que violen sus políticas.
Pero Wolfe Herd afirma que en el futuro lo llevarán al siguiente nivel.
El objetivo es facilitar mejores interacciones en la aplicación -«entrenar a la gente», como ella dice- sugiriendo mejores fotos, biografías o incluso chats con otras personas.
Quiere utilizar la IA para «enseñar a las personas, mostrarles y guiarlas cómo comportarse mejor». Además, «infundir confianza en todas las personas que quieren ir en citas».
Y añade: «¿Cómo puede la IA generativa realmente llevarte a una conversación saludable, empoderadora y productiva, eliminar el ruido, eliminar la fricción? ¿Y luego hacer que se vean fuera de la pantalla?».
También es un reconocimiento de que lo que la gente quiere son encuentros cara a cara, ya sea a través de la aplicación de citas o de amistad o de negocios.
Sin embargo, a partir de enero será la sucesora de Wolfe Herd, Lidiane Jones, quien tendrá que ocuparse de estas cuestiones en el día a día.