La gran mayoría de las especies que habitan nuestro planeta se comunican de alguna forma. Pero ninguna tiene algo que se asemeje al lenguaje de los humanos.
El lenguaje en sí mismo es bastante difícil de definir, ya que tiene, por ejemplo, expresiones transitorias que no dejan rastro, nunca es estacionario, cambia con el tiempo, es infinitamente flexible y casi mundialmente presente.
Lo cierto es que la complejidad de nuestro lenguaje, cualquiera sea el tipo que utilicemos, nos hace únicos. Nos permite interactuar con nuestros pares y nos habilita a hablar del pasado, del presente o del futuro y transmitir conocimiento.
«La información compleja inferida que compartimos se basa en el idioma, entonces es increíblemente importante«, dijo a BBC Mundo Wendy Sandler, profesora emérita de Lingüística de la Universidad de Haifa, Israel.
Sin embargo, pese a ser nuestra más preciada herramienta, sea escrita, oral, con señas, con silbidos o en cualquier de sus formas, aún sabemos muy poco sobre cómo surgió el lenguaje en los seres humanos.
Su origen y su evolución es una gran incógnita para la comunidad científica, tal vez la más difícil de todas, opinan algunos especialistas.
«Sabemos mucho más sobre la Big Bang de la física que sobre el Big Bang humano», aseguró Morten Christiansen, profesor de Psicología y codirector del Programa de Ciencias Cognitivas de la Universidad de Cornell, en Nueva York.
Aunque existen algunas pistas…
¿Medio millón de años?
Si tuvieras que nombrar el idioma más viejo probablemente dirías el babilónico o el egipcio antiguo.
Pero estos no están ni de cerca en el comienzo de la historia del lenguaje, le dijo Maggie Tallerman, lingüista de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, al programa World of Mouth de BBC 4.
De hecho, estos lenguajes son fundamentalmente los mismos que sus versiones modernas, aunque sean considerados «idiomas antiguos» con 6.000 años de existencia.
Se cree que el lenguaje tiene al menos 50.000 años, pero la mayoría de los lingüistas piensa que es considerablemente más antiguo, y algunos estiman que podría tener hasta medio millón de años.
También es posible que pese a la diversidad de los diferentes idiomas que existen en el mundo, todos desciendan de un antepasado común.
Esto está respaldado en parte por la biología de nuestra evolución.
Según nuestra genética provenimos de una población relativamente pequeña en África. Aunque pudieron haber surgido otros lenguajes fuera de este grupo, los que tenemos ahora probablemente descendieron de modificaciones del usado por ese grupo.
Cuestiones físicas
Antes de empezar a describir las diferentes hipótesis que manejan los científicos sobre el origen del lenguaje en los seres humanos, es importante observar los fósiles de nuestros antepasados, ya que nos dan algunas pistas sobre cuándo comenzamos a hablar.
«Respiramos con un enorme control para hacer sonidos», describió Robert Foley, antropólogo de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, al programa World of Mouth de la BBC.
Para hacer esto, debemos tener el control muscular de nuestro diafragma y este tiene muchos más nervios que el diafragma de nuestros parientes más cercanos, los simios -que no hablan.
Todos estos nervios implican que nuestra médula espinal sea un poco más gruesa en esa área y la columna un poco más ancha.
Los neandertales de hace unos 600.000 años tienen esta expansión en la columna vertebral. Pero si retrocedemos un millón de años hasta el Homo erectus, una especie anterior de humano arcaico, esta expansión no existe.
Eso nos da una especie de pista en el tiempo para saber cuándo los humanos comenzaron a usar el lenguaje, aseguró Foley.
Pre-adaptaciones
Existe cierto acuerdo en la comunidad científica con respecto a algunos pasos previos necesarios para el surgimiento del lenguaje.
Específicamente se habla de «pre-adaptaciones», señala el estudio «Evolución del lenguaje: consensos y controversias», publicado en la revista Trends in cognitive science en 2003.
Estas pre-adaptaciones se suman a las físicas antes mencionadas y apuntan, por ejemplo, a la capacidad de seguir la dirección de la mirada o dirigir la atención de otra persona a un objeto específico para lograr una comunicación exitosa.
Otras pre-adaptaciones cognitivas que pueden haber allanado el camino para el lenguaje incluyen la capacidad para el aprendizaje jerárquico de información presentada secuencialmente y el aumento de la memoria para secuencias de sonidos, ambos importantes para el aprendizaje y procesamiento del lenguaje, señalan los especialistas en el estudio.
Las hipótesis
Existen varias teorías de cómo se originó el lenguaje en nuestra especie. Pero ninguna es concluyente, todavía.
«Nuestras posibilidades de saber el verdadero origen del lenguaje son relativamente bajas», aseguró a BBC Mundo Morten Christiansen, que es uno de los autores del estudio antes mencionado.
Pero eso no ha impedido que muchos tengan hipótesis sobre cómo podría haber comenzado.
Una de las más extendidas -y debatidas- es que el leguaje en los seres humanos se originó primero a través de gestos manuales.
«Como lo que vemos en ciertos primates, que los utilizan y combinan de distintas maneras para comunicarse», añadió Christiansen, que es especialista en la interacción de las limitaciones biológicas y ambientales en la evolución, adquisición y procesamiento del lenguaje.
Aunque hay evidencia de que los primates tienen alguna capacidad, aunque limitada, para usar secuencias de símbolos arbitrarios en cautiverio para comunicarse, existe un debate considerable sobre si los usan para referirse a cosas en la naturaleza.
Y además, que los primates usen gestos para comunicarse no significa automáticamente que los humanos en el origen del lenguaje hayan utilizado primero las manos y después la boca para hacerse entender los unos a los otros.
«No sé si el gesto fue primero. Yo creo que los humanos usaron la vocalización y los gestos con las manos desde el principio. Quiero decir que nuestros parientes más cercano, los chimpancés, hacen eso», sostuvo Wendy Sandler, que dirige el Laboratorio de Investigación de Lenguaje de Señas de la Universidad de Haifa, Israel.
Críticos de la teoría gestual argumentan que los gestos manuales tienen dos grandes desventajas en comparación con el lenguaje hablado: requieren una línea de visión directa y no se pueden utilizar de noche.
Quienes respaldan la idea de que los gestos aparecieron primero se basan en estudios sobre niños muy pequeños destacando que la acción de señalar, seguida de gestos simbólicos, precedió a la adquisición del habla.
Los especialistas consultados por BBC Mundo opinaron que es muy probable que el lenguaje gestual y el oral hayan estado juntos desde el principio y evolucionado simultáneamente.
«Gran parte de lo que hacemos con el lenguaje es multimodal. Entonces, cuando estamos hablando ahora, tú asientes con la cabeza», ejemplificó Christiansen mientras realizamos esta entrevista por Zoom.
«Los gestos son tan naturales para los hablantes… creo que estos dos modos de comunicación evolucionaron desde muy temprano y simultáneamente», reforzó Sandler.
La especialista en lenguaje de señas explicó que existen «gestos icónicos» que hacemos con nuestras manos, que se parecen mucho a lo que se quiere decir.
Si queremos demostrar que algo es grande y redondo, tendemos a dibujarlo con nuestras manos además de verbalizarlo.
«Algunas de las investigaciones que he realizado han demostrado que los usuarios de lenguaje de señas también tienen gestos icónicos, pero en lugar de gesticular con las manos, sus manos están ocupadas con el lenguaje», detalló.
«En ambos sistemas hay una especie de complementariedad. Las manos complementan el lenguaje del habla, mientras que la boca complementa el lenguaje en la lengua de señas», clarificó.
«Entonces, si este es el caso incluso hoy en los humanos modernos, no tengo ninguna razón para pensar que fue diferente desde el principio. Creo que ambos sistemas estaban en juego», concluyó Sandler.
¿Para qué surgió el lenguaje?
Es posible que los motivos por los cuales los primeros humanos comenzaron a hablar fueran para explotar el entorno y consumir diferentes alimentos.
Si hace miles de años salías a explorar y encontrabas comida en forma de un cadáver de animal, por ejemplo, tenías que poder regresar al campamento o comunidad y comunicar dónde estaba el alimento.
Las primeras formas referenciales de lenguaje podrían haberse utilizado para hacer precisamente esto.
Una hipótesis es que el lenguaje se desarrolló gradualmente como una especialización innata para codificar información cada vez más compleja (por ejemplo, quién hizo qué a quién, cuándo, dónde y por qué), señala el estudio de la revista Trends in cognitive science.
Otra perspectiva sugiere que la gramática evolucionó más rápidamente con el evento de especiación, es decir la formación de linajes que produce dos o más especies diferentes, que derivó en los humanos modernos hace unos 120.000 años.