¿Sabes cómo ir hasta la casa de Santa Claus?
Sí. Ve derecho por la calle Santa Claus (obvio). Luego gira a la derecha en la calle San Nicolás, justo donde está la hamburguesería Wendy.
Puede que estas no sean las indicaciones más comunes, pero, Polo Norte, en Alaska, tampoco es una ciudad común.
Si no pregúntale a Cody Meyer, un joven de 21 años que se crió en Polo Norte, y ahora trabaja en la Casa de Santa Claus.
Eso sí, no lo llames elfo. Ya bastante problemas tiene cuando le toca explicar de dónde es cuando conoce a gente nueva por internet.
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«Por lo general es: ‘¡Oh Dios, eres del Polo Norte! ¿Estás bromeando?'», le cuenta Meyer a la BBC.
«La gente me pregunta: ‘¿Es una ciudad de verdad?’ Y entonces les tengo que mostrar en Google. Sí, es una ciudad real».
La pequeña ciudad llamada Polo Norte -con una población de 2.117 personas- está a 2.700km del Polo Norte geográfico.
Aún así, encontrarás renos pastando en los bordes de la calle Muñeco de Nieve y velas por donde quiera que vayas y, naturalmente, la estatua de fibra de vidrio de Papá Noel más grande del mundo.
Polo Norte está a un par de horas al sur del de Círculo Ártico. Es una atracción turística popular y, por supuesto, el destino de cualquier carta que llegue al servicio postal estadounidense con la dirección: «Santa Claus, Polo Norte».
Un equipo de voluntarios responde estas cartas cerca de la Base de la Fuerza Aérea Eielson. Lo hacen para darle a Santa un poco de descanso, como te imaginarás.
«Santa es un hombre muy ocupado, así que estoy seguro de que aprecia nuestra ayuda», dice Mitzi Wilcox, quien está en la base de Polo Norte desde hace dos años.
Según cuenta, se trata de una experiencia única: «¿Cuánta gente puede decir que vive en Polo Norte? Nosotros respondemos las cartas de niños de todo el mundo».
«Recuerdo cuando yo le escribía cartas a Santa y me puedo imaginar lo contenta que me hubiera puesto si él me hubiese respondido».
En esta época del año, no hay mucha luz en la ciudad.
«Por lo general el sol sale a eso de las 11:00 am o 12:00 pm en el momento más oscuro del invierno», explica Meyer. «Luego se pone a eso de las 3:00 pm. Así que tienes unas cuatro (horas de sol)».
«Se recomiendan luces que imitan la luz solar y vitaminas por la falta de sol», explica Wilcox.
¿Y el frío? En este sitio las temperaturas pueden bajar hasta -25°C en diciembre.
«Yo me pongo muchas capas», dice. Y agrega: «El invierno puede parecer largo, pero al estar tan al norte, podemos ver la aurora boreal».
¿Cómo es entonces una salida nocturna en Polo Norte? Según Meyer, disfrutar del aire libre ayuda.
«Hacemos snowboarding», dice. Y también otras actividades como pescar en el hielo, añade.
¿Pero no aburre un poco vivir todo el tiempo como si fuera Navidad?
Dos años en Polo Norte no han mermado el entusiasmo que Wilcox siente por las fiestas: «La Navidad es mi época favorita del año».
¿Y Meyer? ¿No ha sentido el deseo de abandonar la Casa de Santa y marcharse al sur? No.
«Me encanta», nos dice. «Probablemente me quede aquí por un tiempo muy largo, sino toda mi vida».