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Christian Zerpa: Maduro tiene miedo de entregar la Revolución Bolivariana

por BBC News Mundo BBC News Mundo

Christian Zerpa era un juez afín a Nicolás Maduro hasta que el mes pasado decidió huir a Estados Unidos para «desconocer» al gobierno de Venezuela.

Aunque el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, le acusó de irse por estar investigado por acoso sexual.

En Estados Unidos Zerpa contestó las preguntas de Stephen Sackur, presentador del programa de la BBC Hard Talk, quien le preguntó si se siente culpable por sus acciones pasadas y cómo ve el futuro de un país en la encrucijada, entre otras cosas.

Zerpa cree que ante la crisis abierta tras la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente «encargado» -y el consiguiente apoyo de Estados Unidos y un gran número de países latinoamericanos y europeos- Maduro no renunciará al poder.

Y pide a los militares que se pronuncien «en favor del rescate a la democracia».

Esta es la entrevista íntegra:

Aquí está usted sentado conmigo en Miami y, sin embargo, solo hace unas pocas semanas usted era juez del Tribunal Supremo de Venezuela. Podría haberse quedado en su país para pelear por la verdad y la justicia, pero huyó. ¿Por qué?

Porque en Venezuela no se respeta la disidencia interna. El chavismo persigue a quien disiente de su forma particular de gobernar. Hay diversidad de casos de funcionarios públicos chavistas que hoy están encarcelados, inclusive algunos han muerto en la cárcel. Y en la evaluación que yo hice no estaban garantizadas las condiciones mínimas para seguir en Venezuela.

Entiendo muy bien que es muy peligroso oponerse al régimen de Maduro, disidentes, como usted dice, están en prisión. Usted no era disidente. Era un funcionario extraordinariamente leal al gobierno. Usted aceptó el puesto en el Tribunal Supremo y fue elegido porque había sido muy leal durante mucho tiempo a la revolución chavista y a Nicolás Maduro en particular. Usted no era un disidente, sino alguien leal al régimen.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, enfrenta un desafío iniciado por Juan Guaidó y respaldado por Estados Unidos | GETTY IMAGES

Sí, y yo reconozco que fue un gran error y por eso estoy en este momento denunciando esa situación. Ellos esperaban un tipo de comportamiento y yo no quería en este momento seguir insistiendo en esa tesis, en esa forma de ver y de gobernar Venezuela, por cuanto no se trataba de que esas sentencias le permitieran a Maduro perpetuarse en el poder, no eran un cheque en blanco como decimos en Venezuela. Él debió haber gobernado bien y sin embargo lo que pretendía era seguir consolidándose en el poder para seguir robando y seguir asesinando al pueblo de Venezuela.

Pero esto es importante porque es importante entrar en la mentalidad de la gente que, todavía hoy, en Venezuela, trabajan para el régimen de Maduro. ¿Continuó usted siendo leal porque tenía, relativamente, un buen salario, su familia estaba siendo cuidada? Usted estaba dentro del sistema. Así que en un sentido, usted no podía, o quizás sentía que no podía permitirse irse, generar problemas, correr riesgos. ¿Es esta la razón por la que se mantuvo tan leal durante tanto tiempo?

Guaidó, de 35 años, se autoproclamó presidente «encargado» de Venezuela el pasado miércoles 23 de enero | GETTY IMAGES

No, no era tan cierto el tema de las comodidades porque hoy por hoy en Venezuela y en estos últimos tres años la propia crisis ha afectado a todos los servidores públicos, a todos los funcionarios públicos.

Solo una pequeña cúpula que usufructa el poder y que vive de la corrupción tiene un ritmo de vida elevado. La mayoría de los servidores públicos, los jueces y magistrados, viven con unos salarios que no se corresponden con el nivel de hiperinflación que hay en Venezuela. Y por eso entonces yo hago un llamado a la reflexión, porque mientras los jueces y los magistrados pasan trabajo a la hora de sentarse a la mesa a comer, Maduro come caviar, come salmón, come con Salt Bae. Y la mayoría de los funcionarios públicos están comiendo lentejas.

Se lo digo con respeto, pero su situación era muy diferente a la de aquellos venezolanos que están sufriendo porque no tienen qué comer. Vemos en los datos de Naciones Unidas que hasta un 10% de los niños en Venezuela hoy sufren malnutrición severa. Sabemos que millones han tenido que huir del país porque pasan hambre. Según una estimación hay ahora casi tres millones de venezolanos que han huido del país. Los medicamentos son escasos en muchos de los hospitales. Y aun así usted se sentó en el Tribunal Supremo, emitiendo sentencias leales a Maduro. ¿No sentía que lo que hacía estaba fundamentalmente mal?

Absolutamente. Pero es bueno que te diga que yo estaba preparando las condiciones, estaba allanando el camino para poder tomar una decisión como la que efectivamente tomé. No es cuestión de un día para otro porque en Venezuela las cosas no se dan… uno pretende que se den de la mejor manera. Yo tenía, por ejemplo, que resolver el problema de mis familiares cercanos, que también estaban en Venezuela y salieron del país.

Mientras me cuenta los peligros de ser disidente y cuán difícil es, pienso que usted formaba parte del Tribunal Supremo en un momento en que el sistema judicial, con su tribunal en la cúspide, estaba encarcelando a muchos disidentes y opositores al gobierno. Por ejemplo, Leopoldo López. Podría hacer una lista de muchos otros venezolanos, valientes venezolanos que se atrevieron a ser vocales en su oposición política, que fueron encarcelados. Condenados por tribunales. En última instancia, por el mismo Tribunal Supremo. Usted se sentó ahí. Usted es culpable de poner a disidentes en la cárcel.

Yo en ese caso soy juez de una sala específica del tribunal que es la Sala Electoral, a la que le corresponde conocer de los asuntos electorales y no directamente de los casos que se deciden en otras salas.

«Maduro come caviar, come salmón, come con Salt Bae. Y la mayoría de los funcionarios públicos están comiendo lentejas»

Pero usted es parte de un sistema. Y si me dice «yo participaba en el tema electoral», el Tribunal Supremo declaró que las elecciones de 2018, la reelección de Maduro, el tribunal no tuvo problema en aceptar el resultado cuando todos los observadores internacionales dijeron que la votación no fue limpia. Que fue totalmente ilegítima e inaceptable. Así que incluso en su papel supervisando elecciones, una y otra vez rehuyó la responsabilidad de decir la verdad.

Christian Zerpa asegura que los magistrados no tienen independencia. En la foto, el presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, la vicepresidenta Indira Alfonzo y el presidente de la Sala Constitucional del mismo tribunal, Juan Jose Mendoza | GETTY IMAGES

Sí, tengo una cuota de responsabilidad. De hecho, en el caso de las elecciones de 2018 hubo un candidato que participó por la «oposición». Y él introdujo un recurso contencioso electoral. Y nosotros íbamos a admitir el recurso contencioso electoral. Se había circulado una primera sentencia donde así se decía. Sin embargo, la presidenta de la Sala Electoral fue donde Maduro y Maduro le dijo que no podía aprobarse esa sentencia.

¿Está diciéndome que la reelección de Maduro en 2018 fue legítima o ilegítima? ¿Fue libre y justa o no?

No. La elección de Maduro fue una elección en donde se manipularon los resultados, en donde Maduro no permitió la libre competencia de los demás candidatos, en donde se inhabilitaron partidos políticos para que no pudieran participar en las elecciones, y por lo tanto no fueron unas elecciones libres y tampoco fueron competitivas. Hoy por hoy Maduro usurpa la presidencia de la República de Venezuela por cuanto ese resultado electoral está suficientemente cuestionado.

¿Ha discutido con las autoridades de EE.UU., dado que ahora vive en el exilio en Florida, dar pruebas y declaraciones juradas sobre lo que usted describe como la corrupción sistemática en la cima del régimen? ¿Qué evidencia vio de riqueza que estuviera siendo adquirida por la gente en la cima del gobierno?

Sí. La mayoría de nosotros nos conocemos y venimos de familias humildes. Y es incomprensible cómo de la noche a la mañana personas que no tenían donde caerse muertos, ahora resulta que son potentados económicos, con mucho dinero, demostrando la opulencia. Entonces uno no se explica en qué momento se ganaron la lotería, o en qué momento se hicieron empresarios prósperos o en qué momento heredaron un dinero.

«Hoy por hoy Maduro usurpa la presidencia de la República de Venezuela»

 

El gobierno del presidente Donald Trump fue el primero en reconocer a Juan Guaidó | GETTY IMAGES

Simple y llanamente se aprovecharon de tener cargos para utilizarlos en favor de sus propios intereses y convertirse en millonarios. En Venezuela no se persigue el delito de enriquecimiento ilícito y ese es uno de los graves errores que se cometió, ni control previo hay en la administración pública ni se persiguen de oficio delitos como el enriquecimiento ilícito.

La gente se hace rica, y más bien lo que el común denominador de los venezolanos hace es aplaudir, «ay, qué bueno que se hizo rico», sin importar si ese dinero es producto de la delincuencia, es producto de la corrupción.

¿También se siente culpable, culpable de haber servido a ese régimen, que ahora describe como ilegítimo y corrupto? Usted sirvió en él durante tanto tiempo. ¿Cuánta culpa siente?

Es una cruz que yo voy a cargar por toda mi vida. He asumido mi mea culpa aun cuando no era la persona que tomaba las decisiones, y no era el gran decisor, sí secundé estas decisiones, y asumo mi responsabilidad.

Hablemos de la situación actual en Venezuela. Apenas unas semanas después de que usted saliera del país, Juan Guaidó declaró que él era el presidente legítimo de Venezuela. Él era el presidente de la Asamblea Nacional. Argumentó que la elección del señor Maduro en 2018 fue completamente ilegítima, algo con lo que usted hoy está de acuerdo. Y por eso dijo que era el legítimo presidente de Venezuela. ¿Apoya su afirmación?

Miles de personas salieron a las calles para manifestarse a favor y en contra de Nicolás Maduro en medio de la crisis | GETTY IMAGES

Totalmente. Absolutamente. Creo que él está haciendo las cosas bien, creo que va por el camino correcto, yo respaldo su iniciativa para rescatar la democracia de Venezuela. Él ha hablado de tres elementos bien importantes. Primero, el cese de la usurpación de Maduro en el poder, un gobierno de transición y por último las elecciones, para que los venezolanos escojan a su presidente en un proceso electoral que brinde las garantías para que todos los actores políticos participen.

Pero sus antiguos colegas del Tribual Supremo de Venezuela han congelado sus cuentas bancarias. Le han prohibido viajar, salir del país. Él está bajo una enorme presión. Usted conoce muy bien al Tribunal Supremo y conoce bien al presidente Maduro. ¿Tiene la impresión de que harán todo lo que esté a su alcance para destruir a Guaidó en este momento?

Sí. Mira, ellos viven en el Fuerte Tiuna, que es un complejo militar. Y allí están, en unos edificios que construyó el gobierno, y buena parte, estoy hablando de unos 10-12 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia viven allí dentro, es decir están rodeados de militares. No pueden tomar decisiones contrarias al gobierno de Maduro porque los pueden apresar ahí mismo.

«No pueden tomar decisiones contrarias al gobierno de Maduro porque los pueden apresar ahí mismo»

 No solo le quitan el pasaporte, sino los persiguen, los vigilan. Y desde que yo me pronuncié, ellos entraron en estado general de sospecha, que es un término de la inteligencia para perseguir y evidenciar actitudes sospechosas de ciertos magistrados y ciertos personeros. Es muy difícil la situación que ellos están viviendo hoy y claro que sí hay presión. ¿Cómo pueden ellos tomar una decisión en contra del gobierno si hasta viven en unos apartamentos asignados por el mismo gobierno?

¿Qué cree que va a hacer ahora el presidente Maduro? Guaidó ha recabado el apoyo de muchos países en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos y muchos países de América Latina. Pero la respuesta de Maduro ha sido hablar sobre el imperialismo estadounidense, que trata de sacarlo ilegítimamente del poder. Él ha dicho: «Ellos están tratando de poner sus manos en nuestro petróleo al igual que en Irak». «Si intentan derrotarme, sacarme del poder, será peor que Vietnam para ellos». Entonces, ¿cree que Maduro está comprometido a mantenerse en el poder, confrontar a la oposición y hacer lo que sea necesario para mantener su control del poder?

Maduro tiene un gran dilema, que es él no se puede presentar ante la izquierda internacional como un presidente fracasado, derrotado, por lo tanto él va a preferir ir hasta el final. Porque no es lo mismo ser un presidente depuesto o ser un presidente apartado y separado del poder por la vía de la fuerza a ser un presidente que luchó hasta el final.

Entonces él tiene miedo de hacerse ver ante la opinión pública internacional, y fundamentalmente ante los partidos políticos de izquierda a nivel mundial como un presidente que entregó la revolución bolivariana. Por eso, en mi criterio él va a llegar hasta el final, porque él va a preferir que lo vean como alguien al que defenestraron del poder que como a alguien que entregó el poder.

La verdad es que hay sospechas desde hace mucho tiempo dentro de Venezuela sobre los motivos estadounidenses. Y ahora que Donald Trump y su equipo han impuesto nuevas sanciones contra la compañía petrolera estatal de Venezuela, eso le costará miles de millones de dólares al país, lo que significará que el estado desesperado de la economía empeorará. ¿Apoya usted las sanciones estadounidenses? ¿Apoya lo que dice Estados Unidos sobre las opciones militares que están sobre la mesa?

Yo en principio preferiría que los asuntos de los venezolanos los resolvamos los venezolanos y de verdad que no me gustaría que hubiese una intervención armada en Venezuela. No obstante, es bueno indicar que es una decisión que le corresponde tomar al gobierno de los Estados Unidos, porque Venezuela se ha convertido en una amenaza regional.

«Él va a preferir que lo vean como alguien al que defenestraron del poder que como a alguien que entregó el poder»

 

Maduro y Maikel Moreno en una reciente ceremonia en la capital de Venezuela, Caracas | GETTY IMAGES

Y creo que las advertencias que se han dado es en función de, en primer lugar, evitar que haya más derramamiento de sangre, porque hoy por hoy las fuerzas represivas del régimen de Maduro han venido asesinando venezolanos que han salido a protestar.

Y también entiendo que es para proteger y preservar la vida del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Y creo que esas amenazas son en función de eso. Si le llega a pasar algo a Juan Guaidó, él no está solo, si sigue la represión en las calles de Venezuela, el pueblo venezolano no está solo.

¿Pero aceptaría que el señor Guaidó tiene que tener cuidado? Ya ha hablado por teléfono con Donald Trump. Sabemos que hoy aquí en Miami, otros disidentes venezolanos se reúnen con el vicepresidente Mike Pence. Si se considera que la oposición venezolana está demasiado cerca del gobierno de Trump y de Estados Unidos, eso podría despertar sospechas en Venezuela. Puede permitir a Maduro usar ese discurso sobre el imperialismo estadounidense. ¿Es eso un peligro?

Normalmente eso es parte del discurso de Maduro para tratar de lograr apoyo y unificar las fuerzas internas, es decir el chavismo interno.

Lo que yo pienso es que la situación de Venezuela es tan dramática que tiene que resolverse lo más rápido posible. Y nosotros creemos que es importante el papel que juegue la Fuerza Armada nacional, que no pueden seguir secundando a Maduro en su pretensión de perpetuarse aún más en el poder, porque Maduro lo que significa es destrucción, el socialismo lo que ha significado es destrucción en Venezuela.

Por lo tanto el llamado en un primer momento es a la Fuerza Armada nacional para que dejen de acompañar a Maduro. Y en segundo lugar la idea es que eso se resuelva entre los venezolanos, pero si no se puede resolver entre los venezolanos por el mismo dramatismo, otras opciones, como lo ha dicho Estados Unidos, están sobre la mesa.

Usted habló sobre el ejército venezolano y lo importante que serán en la próxima fase de esta crisis. ¿Cree que hay evidencia de que hay divisiones en el ejército y que hay algunos que quieren salir y apoyar a Juan Guaidó?

Yo pienso que sí. Porque la realidad de la cúpula militar no es la misma realidad de toda la estructura militar.

Los militares, al igual que los jueces y al igual que los demás funcionarios y servidores públicos en Venezuela, están viviendo día a día la penuria que es depender de una caja de comida para poder tener acceso a los carbohidratos, están viviendo la tragedia de no poder acceder a las proteínas.

«La Fuerza Armada nacional no puede seguir secundando a Maduro en su pretensión de perpetuarse aún más en el poder»

Y ellos son parte del pueblo de Venezuela, también pasan trabajo, pasan penurias, y yo pienso que hay una división ya creada por el propio régimen que solo favorece a una cúpula y deja a un lado a un grueso de la población militar que vive día a día la misma realidad de los demás venezolanos.

Esto es lo que un exleal a Maduro que huyó del país en 2015, Hebert García Plaza, dijo recientemente: «En este momento, las fuerzas armadas venezolanas no tienen la capacidad ni el deseo de enfrentar a la población en una protesta masiva». Es decir, sugiere que si millones salen a las calles, el ejército no usará la represión para tratar de mantener a Maduro en el poder. ¿Está de acuerdo?

Sí. De hecho, hemos podido evidenciar cómo se utiliza a la Policía Nacional Bolivariana y muy específicamente a un grupo comando que se llama el FAES, que es un grupo integrado por policías y guardias nacionales, para atacar a Maduro.

Este es un grupo que depende políticamente del Ministerio del Interior y Justicia, es decir, es una policía que está fuera de la Fuerza Armada Nacional, aun cuando es dirigida por militares provenientes de la Fuerza Armada Nacional, este es un grupo que depende políticamente del ministro del Interior y Justicia y es el que ha estado encabezando la persecución y las matanzas en Venezuela. No ha sido el ejército de Venezuela, no ha sido la armada de Venezuela, y no ha sido la aviación de Venezuela.

Ha sido un grupo policial dirigido por el Ministro de Interior y Justicia. Y eso es una evidencia de que muy probablemente el general García Plaza tenga razón en el sentido de que no va a haber ataques por parte de la Fuerza Armada Nacional como tal al pueblo venezolano en caso de que salga a protestar masivamente.

¿Qué cree que va a pasar en Venezuela? ¿Cree que el país se hundirá en la guerra civil?

El político opositor Leopoldo López se encuentra bajo arresto domiciliario | GETTY IMAGES

Yo no espero que eso ocurra. Por eso el llamado a los militares para que se pronuncien en favor del rescate a la democracia. Eso va a depender también de los actores políticos, tanto del gobierno como de la oposición, eso va a depender también de la comunidad internacional, que tiene que tratar el caso de Venezuela con mucha sensatez para evitar que la situación llegue a mayor. ¿Qué va a pasar en Venezuela? Nosotros hacemos una apuesta por el rescate de la democracia lo más rápido que se pueda. Yo no quiero seguir aquí en este país, porque si en Venezuela se recupera la democracia, yo me devolvería para Venezuela, aun cuando tengo amenazas de muerte de parte de la oposición y del gobierno.

Pero quiero terminar con este pensamiento, si me permite el señor Zerpa. Habla de democracia. Usted no fue un demócrata, durante muchos, muchos años fue un miembro leal del gobierno socialista que en muchas partes del mundo se describe como una dictadura. Usted sirvió esa dictadura. Ahora habla de democracia. ¿Me está diciendo que, en lo que a usted respecta, la revolución socialista y el gobierno autoritario en Venezuela han terminado? ¿Está terminado?

Tiene que acabarse. Y yo dejé de creer porque al principio habían postulados que defendían la democracia participativa, la economía social de mercado, que defendían acabar con la pobreza y eso eran postulados que muchos venezolanos acompañábamos.

Muchos venezolanos apoyaban los primeros postulados de Hugo Chávez, cree Zerpa | GETTY IMAGES

Me refiero cuando Chávez ganó en 1998. Lamentablemente, eso degeneró en una situación que hoy por hoy es peor que a las propias condiciones en que nos encontrábamos en el año 1998. Por lo tanto yo fui evolucionando en mi forma de pensar y hoy por hoy estoy reconociendo que fue una gran farsa el socialismo en Venezuela. Lo que trajo fue más pobreza, lo que trajo fue miseria y lo que trajo fue exclusión.

«He recibido amenazas por las redes sociales de gente que desea mi muerte»

Por lo tanto no puedo seguir apoyando una situación que se ha convertido inclusive en contra de mí mismo, en contra de mi familia más cercana que hoy por hoy vive en otras partes del mundo porque no podían vivir en Venezuela, porque no se permite. Por lo tanto yo no sé si es muy tarde para reflexionar y para recapacitar, pero creo que es mi granito de arena, mi pequeña contribución y el sacrificio que estoy haciendo para que se rescate la democracia en Venezuela.

Usted dijo hace unos días: «Si vuelvo a Venezuela en este momento, sería un hombre muerto». ¿Cree que alguna vez volverá a casa con su familia?

Yo espero. Yo lamentablemente he recibido amenazas por las redes sociales de gente que desea mi muerte, tanto del chavismo como de la oposición, hay una situación muy polarizada.

Por lo tanto nosotros insistimos en el llamado que ha hecho el presidente Guaidó de iniciar un proceso de reconciliación de todos los venezolanos. Eso no quiere decir que vamos a dejar que hayan casos de corrupción a un lado y que no se persigan estos delitos, pero sí aquellos venezolanos que hemos querido contribuir con el rescate de la democracia, aquellos venezolanos que no están incursos en casos de corrupción ni de violación de derechos humanos, de una u otra forma podemos estar en nuestro país y vivir tranquilamente sin necesidad de estar perseguidos. Eso es lo que uno espera para poder estar tranquilos en el país que nos vio nacer.