El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Julio Borges, recibió hoy a 21 representantes diplomáticos acreditados en el país a quienes explicó la posición del Parlamento y el procedimiento que el gobierno debe de seguir para refinanciar la deuda externa.
Borges explicó a los diplomáticos que el refinanciamiento de la deuda es un proceso voluntario pero que debe pasar obligatoriamente por el Parlamento.
«Desde hace semanas estamos diciéndole al gobierno que lo lógico (…) es el refinanciamiento, reconocer al Parlamento venezolano para que se pueda lograr un refinanciamiento y lograr, a través de este refinanciamiento, lo que para nosotros es más importante que es que el gobierno se abra a un cambio profundo y estructural de la economía», dijo a los presentes.
Sin embargo, Borges resaltó que el gobierno del presidente Nicolás Maduro es tan orgulloso y está tan cerrado en desconocer al Legislativo »que está atrapado».
«Atrapado entre saber que tiene que refinanciar, que tiene que abrirse a las reglas del mercado, las reglas democráticas, o seguir consumiéndose cuando ya no tiene acceso a los mercados, la caída de la producción petrolera es menor y quien sufre al final es el pueblo venezolano», acotó.
El presidente del Parlamento agradeció el apoyo del cuerpo diplomático que hoy contó con representantes de Argentina, Brasil, México, Costa Rica, Paraguay, Estados Unidos, Unión Europea, Alemania, Colombia, Italia y el Vaticano.
«El estar aquí presentes es un apoyo al país entero, a la democracia», señaló el jefe de la Asamblea Nacional.
El pasado 2 de noviembre Nicolás Maduro ordenó refinanciar y reestructurar todos los pagos externos del país y nombró una comisión especial presidencial dirigida por el vicepresidente, Tareck el Aissami, para iniciar este proceso «y la lucha contra el bloqueo y la persecución extranjera» contra su país.
Además, denunció un supuesto trato discriminatorio hacia el país por parte de bancos y otras instituciones financieras internacionales, y culpó a las sanciones dictadas por Estados Unidos contra Venezuela de las dificultades de acceso al crédito que experimenta la nación petrolera.
Ante esto, la mayoría opositora del Parlamento venezolano afirmó que no reconocerá la reestructuración de la deuda si no se somete antes al debate y la aprobación del Legislativo, un poder que no es obedecido por el gobierno de Maduro.