«Woe is I» (WILLIAM SHAKESPEARE)
De pequeño solía leer las viñetas de un dibujante argentino llamado Joaquín Salvador Lavado (más conocido como Quino). A los catorce años todos leíamos las historietas de Quino y su personaje principal «Mafalda». Esta niña vivía rodeada de su familia, vecinos y amigos en el barrio San Telmo de Buenos Aires. Uno de sus amigos, Felipe, era mi personaje favorito. Sigue siendo mi favorito. Este niño introvertido de edad incierta me hacía sonreír por su carácter soñador. Felipe es vulnerable, inocente y tierno. Cuando quiero que las cosas salgan bien, pienso en él. Recuerdo una viñeta suya que me ayuda a sobrevivir. En ella aparece Felipe convertido en astronauta. Habla solo. Se queja en voz alta del menú que contiene el tubo de comida espacial preparado por los cocineros de la NASA para ese día: pechuga de pavita con champignons. Lo lanza con desprecio hacia atrás, por encima del hombro …
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La edad no perdona a nadie. Uno se da cuenta de que el tiempo pasa –tempus fugit-y nos vamos haciendo viejos. Un día cualquiera te duele lo que no te había dolido nunca antes. Ya no te quedas hasta tarde viendo una película ni repites ese plato de comida que tanto te gusta.
Por circunstancias de la vida estos días dispones de tiempo para pensar. Y te preguntas si merece la pena empezar esa novela de Nabokov con más de 300 páginas de letra diminuta. Te cuestionas incluso si no te harían falta unas gafas de lectura.
Has caído como todos en la rutina de ojear las noticias en el smartphone y te has apuntado al mundo paralelo de las redes sociales. En una de ellas lees «daily habits that will change your life» (hábitos diarios que cambiarán tu vida).Te interesa. El cartel -visto en quora.com– consiste en un decálogo de nueve puntos. Resulta fácil de recordar puesto que cada número va asociado a una cantidad de horas, medidas o repeticiones. El decálogo dice así:
1 hour of exercise (1 hora de ejercicio)
2 litres of water (2 litros de agua)
3 cups of tea (3 tazas de té)
4 colours on the plate (4 colores en el plato)
5 minutes of meditation (5 minutos de meditación)
6 songs that motivate you (6 canciones que te motivan)
7 minutes of laughter (7 minutos de risa)
8 hours of sleep (8 horas de sueño)
9 pages of a book (9 páginas de un libro)
Indudablemente la idea es buena, aunque a mí me parece mucho reírse 7 minutos al día -punto 7-. No creo que fuera capaz de reírme tanto tiempo seguido. Sí es verdad que la risa es algo que viene cuando quiere. Es raro el día que no me río. Desde luego, lo que no admito es el punto 9. Leer 9 páginas diarias me parece poco. A pesar del hecho de que un decálogo no tiene por qué sumar diez puntos, yo añadiría un punto 10: nulla dies sine linea -ningún día sin una línea-. No concibo pasar un día sin escribir algo. Cualquier cosa: la lista de la compra, una lista de tareas, versos, tuits, ejercicios de inglés o adagios latinos, planes de agenda, notas al margen en un libro, significados de palabras, entradas en un blog, esta columna semanal, textos, etcétera. Conforme escribo el punto número 10 me pregunto si el autor del proverbio latino, Plinio el Viejo, se refería a no pasar un día sin escribir o si, por otro lado, se refería a no dejar de leer. Sea como fuere, siempre he asumido que la frase se refería a no dejar pasar un día sin escribir, al menos una línea. A lo mejor son imaginaciones mías. No lo sé.
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Supongo que Felipe y yo nos parecemos. Al final no sé si seré capaz de seguir el decálogo de 9 puntos o 10 puntos. No sé si al volver la vista atrás me despertaré de otro sueño con el pijama puesto. No sé si encontraré un casco de moto encima del taburete del cuarto de baño y el tubo de comida espacial en el fondo del retrete.
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