El jefe del Comando Norte de Estados Unidos advirtió el jueves sobre la significativa presencia de personal de inteligencia ruso en México, al señalar su «preocupación» por los esfuerzos de China y Rusia de influir en la región de las Américas.
El general Glen VanHerck dijo durante una audiencia en el Senado que actualmente en México se encuentra la mayor porción en el mundo de integrantes de la organización de inteligencia militar rusa, conocida por su abreviatura GRU.
VanHerck se refirió al tema al ser consultado sobre los desafíos que enfrenta Estados Unidos en la frontera con México, donde operan varias organizaciones criminales transnacionales.
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«Mi preocupación con eso es la inestabilidad que crea, la oportunidad que crea para actores como China, Rusia y otros que podrían tener actividades nefastas en mente para buscar acceso e influencia en nuestra área», afirmó.
El alto general estadounidense, que también encabeza el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial, dijo que hay actores «muy agresivos y activos» en la zona de América del Norte y el Caribe, y mencionó específicamente México y las Bahamas.
«Me gustaría señalar que la mayor parte de los miembros de GRU en el mundo está en México en este momento. Eso es personal de inteligencia ruso. Y vigilan muy de cerca sus posibilidades de tener influencia en las oportunidades y el acceso que tiene Estados Unidos», aseguró.
VanHerck acusó a Rusia y China de difundir desinformación y de sembrar «división y discordia interna» con la intención de socavar los cimientos de la democracia estadounidense y de las democracias en todo el mundo.
La jefa del Comando Sur, Laura Richardson, que también brindó su testimonio el jueves ante el Comité de Servicios Armados del Senado, estuvo de acuerdo con la evaluación de VanHerck.
«Llevo casi cinco meses al mando y lo que más me ha impresionado ha sido la medida en que China y Rusia están ampliando agresivamente su influencia en nuestro vecindario», dijo.
Richardson, que está a cargo de las operaciones militares estadounidenses en el Caribe, Centro y Sudamérica, reiteró sus recientes afirmaciones de que sin el liderazgo de Estados Unidos y cierta inversión, «la influencia negativa de China en esta región pronto podría parecerse a la influencia depredadora que ese país tiene ahora en África».
«Seamos claros: China no invierte, extrae», recalcó.
Y agregó que sus «mayores preocupaciones estratégicamente» son mantener libres y abiertos el Canal de Panamá y el Estrecho de Magallanes, en el entorno de los cuales dijo que había proyectos chinos.
Rusia, «la amenaza más inmediata»
La jefa del Comando Sur consideró sin embargo a la Rusia gobernada por Vladimir Putin como «la amenaza más inmediata».
«Rusia está aumentando su involucramiento en la región, ya que a Putin le gusta mantener abiertas sus opciones y tener relaciones en nuestro exterior más próximo», señaló.
Richardson recordó que en enero el vicecanciller ruso dijo que no podía afirmar ni excluir que Rusia enviaría efectivos militares a Cuba y Venezuela.
Y dijo que en febrero, apenas unos días antes de invadir Ucrania, el viceprimer ministro de Rusia viajó a Nicaragua, Cuba y Venezuela, «países que mantienen estrechos vínculos con Rusia y le ofrecen a Putin un pie en nuestro hemisferio».
La jefa del Comando Sur también destacó las visitas recientes a Putin de los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Argentina, Alberto Fernández, algo que consideró «preocupante» en términos de una potencial ampliación de los vínculos de Rusia con la Región.
«En este hemisferio, las organizaciones criminales transnacionales operan casi sin oposición y abren un camino de corrupción y violencia que crea una brecha y permite que China y Rusia exploten estos países», dijo.
Ante los senadores, Richardson dijo que Estados Unidos debe usar «todas las palancas disponibles» para fortalecer las alianzas con la veintena de democracias afines en la región.
Así, mencionó la importancia de los programas de cooperación en seguridad para entrenar y equipar a los ejércitos de los países socios, y los ejercicios multilaterales para desarrollar la «interoperabilidad».
También resaltó el papel de Colombia, principal socio de Estados Unidos en la región, al entrenar a otros militares latinoamericanos «para contrarrestar las amenazas transnacionales».
«Ahora más que nunca, Estados Unidos debe liderar en este hemisferio y eso requiere un enfoque constante y una inversión sostenida para ayudar a construir un vecindario compartido que sea libre, seguro y próspero para nuestra generación y las generaciones venideras», enfatizó.
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