El otro

«I took the one less traveled by»*(ROBERT FROST)

No sé por qué ahora recuerdo aquello que nos dijo un profesor en clase de que la vida se había revuelto de tal forma que la realidad superaba a la ficción. Y es que casi no nos impresiona nada. Todo es posible.

Me viene a la cabeza la historia de Jean-Claude Roman, el hombre que vivió una mentira en un mundo paralelo durante casi veinte años hasta que no pudo más y pretendió acabar con todo. No quiero destripar la trama del suceso, en verdad, la vida entera de un hombre que quiso ser otro. El escritor Emmanuel Carrère (París, 9.12.1957) escribió el relato de lo que fue el día a día de un impostor en L´adversaire (El adversario, Ed. Anagrama. Barcelona, 2000). En la novela, el autor francés cuenta cómo un hombre de mediana edad engaña a su mujer, a sus hijos, a sus padres y su entorno familiar haciéndose pasar por médico y alto funcionario de la OMS. El médico imaginario (permítame la libertad del giro, monsieur Moliére) sale de su casa todas las mañanas para ir a trabajar. Imagino a su esposa despidiéndole en la puerta y deseándole un buen día con un beso. El hombre se dirige serio a su puesto de trabajo sabiendo que tomará otro camino distinto muy alejado de su pretendido destino. El tiempo pasa lento. Las agujas de su reloj se mueven despacio. Perezosos los minutos recorren el trayecto preestablecido por la máquina. Mientras tanto, Jean-Claude pide un café, otro más, y se distrae leyendo periódicos a la espera de que llegue la hora de volver a casa.

La historia del señor Romand se tejía en el pueblo francés Lons-Le-Saunier cercano a la frontera suiza. De hecho, Ginebra se encuentra a 147 km de distancia. A lo largo de dieciocho años Jean-Claude elegía el camino menos transitado para fingir ser quien no era. No trabajaba en nada, solo dejaba que pasara el tiempo. Ideaba proyectos ficticios para los cuales pedía donaciones a sus amigos y conocidos. Gracias a ellos iba sobreviviendo. Jean-Claude Romand no era él mismo. Actuaba como un impostor. Era otro. El otro.

La actriz y directora de cine Nicole García (Orán, 22.4.1946) dirigía la versión cinematográfica de El adversario dos años más tarde, en 2002, siguiendo el guion de la novela de E. Carrère. Este mismo año el director de cine español Eduard Cortés (Barcelona, 1959) hizo lo propio en La vida de nadie. El actor José Coronado interpretaba el papel de Emilio Barrero (un alter ego de Jean-Claude Romand).

Le advierto que la historia del impostor termina mal. El caso es que, por increíble que parezca, ocurría de verdad. Uno se pregunta para qué leemos libros de ficción cuando la realidad y la literatura se confunden de esta manera tan cruel. El día 9 de enero de 1993 cambió todo. El dolor, la soledad, el punto final. 

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«tomé el camino menos transitado» (ROBERT FROST)