«Grilled fish. Steamed vegetables. Every. Single. Day«* (ALICIA BRUNKER)
La verdad es que no sé casi nada de Victoria Beckham (Victoria Caroline Adams, de soltera) salvo dos cosas, que fue una de las componentes de las Spice Girls -aquellas cuatro jovencitas cantando y bailando al ritmo de canciones como Wanna Be– y que se casó con el atractivo futbolista inglés del Manchester United David Beckham. En España tuvimos la suerte de contar con su juego y arte desde el año 2003 en el Real Madrid CF durante cuatro temporadas.
Esta mañana me dispongo a escribir mi columna semanal para El Nacional (disculpe la rima) y abro el correo en el buzón virtual de mi ordenador/computador. Echo una ojeada a los titulares de noticias hasta que me secuestra este: «Victoria Beckham Has Eaten the Same Meal Every Day for the Past 25 Years»; InStyle, 4.2.2022 **(Victoria Beckham ha tomado la misma comida a diario durante los últimos 25 años). Como para no leerlo. Acostumbrados como estamos a ver en la mujer de Beckham, quiero decir en Victoria Beckham, gesto serio en la cara y pocas ganas de sonreír a los fotógrafos de prensa, uno llega a pensar que esto es normal. Uno es lo que come. No lo digo solo yo, lo cuenta Harry Mount en la página 10 de Amo, amas, amat… and all that cuando la actriz con nombre de ángel femenino que abandonó a Brad Pitt presumía de embarazo mostrando conocimientos de latín y nutrición a través del tatuaje impreso en la lengua de Ovidio sobre la piel de su barriga «quod me nutrit me destruit» (lo que me alimenta me destruye). Angelina Jolie era así.
Claro, cualquiera que siga esa monótona dieta mantiene ese tipito de bailarina de ballet. Atrévase a hacer la prueba. Siga la dieta de Victoria Beckham solo durante 6 meses o incluso menos, sígala 3 meses. Dedíquese a comer exclusivamente pescado a la parrilla y vegetales al vapor aunque se le ponga cara de lechuga. No se salte el menú. Nada de tomar dulces, helados, pan, patatas ni pasta y. compruebe cómo la báscula le agradece el descargo y los pantalones se aflojan en la cintura.
En el artículo de InStyle, Alicia Brunker escribe que fue su marido quien desveló este dato curioso en una entrevista concedida al programa de radio londinense River Cafe Table. En la casa de los Beckham él es quien cocina. El exfutbolista inglés confiesa que una de sus pasiones es cocinar y otra el buen vino. A mí me extraña que alguien sea capaz de afirmar en una frase que le gusta el vino sin rematar con la coletilla obligada «y las mujeres». Creo que David Beckham estaba pensándolo, pero no se atrevió a decirlo en voz alta
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