Al menos 170 personas murieron en el atentado suicida perpetrado el jueves por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el aeropuerto de Kabul, según el último recuento de fuentes sanitarias, aunque se desconoce aún la cifra oficial.
Estados Unidos adelantó que en el atentado murieron 13 soldados estadounidenses y otros 18 resultaron heridos. También el gobierno británico informó del fallecimiento de ciudadanos de esa nacionalidad.
Solo el hospital Wazir Akbar Khan de la capital afgana recibió 145 cuerpos sin vida tras el atentado en el aeropuerto de Kabul. Además, en el centro hay medio centenar de personas que reciben atención médica y se encuentran con heridas graves.
Otros 16 fallecidos se contabilizaron en el hospital de la ONG italiana Emergency en Kabul, mientras que en ese centro unos 40 pacientes ingresaron también con lesiones por la explosión.
Sin embargo el número total de víctimas del atentado continúa siendo incierto, al no haber un recuento oficial.
No hay información oficial
Con la llegada al poder de los talibanes, las autoridades del servicio público dejaron de ofrecer información oficial sobre la situación sanitaria del país.
El coordinador médico del hospital de Emergency, Alberto Zanin, informó que aumentó el número de camas de 100 a 115. Las camas se habilitaron para atender esta emergencia.
«Por el momento hay solo cuatro camas libres«, escribió en Twitter sin precisar cuántos de los pacientes son víctimas del atentado.
Muchas de las víctimas son niños, algunos muy jóvenes, que llegan con heridas causadas por fragmentos de metralla o las ondas de la explosión y quemaduras, relató.
La ONG informó además de los esfuerzos de los trabajadores sanitarios, que doblaron turnos para atender la situación tras la explosión.
En un mensaje en la red social, el principal portavoz de los talibanes, Zabihulla Mujahid, informó que todas las empleadas del servicio público de salud podrán asistir a partir de ahora a sus funciones con regularidad en el centro y las provincias. De esta forma, levantó las restricciones impuestas a las mujeres por el régimen integrista.
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